El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, abrió, de hecho, el curso político ayer en Rodiezmo (León), con un discurso en el que anunció más política social, un incremento de las pensiones y más modernización de España tras su próxima victoria en las urnas. Además, defendió el 'proceso de paz' emprendido por el Ejecutivo, porque había que intentar acabar con la violencia.
Es un hecho que asistiremos, a lo largo de los próximos meses, a los más diversos anuncios por parte de las fuerzas políticas para conseguir hacerse con los votos suficientes para alcanzar el Gobierno.
Es cierto que ha habido avances notables en algunos aspectos y el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero tiene en su haber el haber mantenido una buena línea de crecimiento económico y algunos avances sociales que han permitido acabar con ciertas discriminaciones.
Ahora bien, existe preocupación ante los derroteros que está tomando la economía tras el creciente incremento de los tipos de interés y la crisis hipotecaria estadounidense. También el estado de las infraestructuras, puesto en evidencia en Catalunya, y sobre el que el Ministerio de Fomento algo más debiera hacer.
Por lo que respecta a la lucha antiterrorista, el fin de la tregua de ETA ha permitido retomar un mínimo consenso entre socialistas y 'populares'. Aunque no debemos engañarnos. La línea dura dentro del Partido Popular parece imponerse por momentos, mientras los intentos de apertura al centro quedan cercenados. Y todo esto, mientras su líder permanecía de vacaciones.
En cualquier caso, la palabra la tendremos los ciudadanos cuando concluya esta legislatura y podamos decidir qué opción nos parece la mejor para los próximos cuatro años.