Las medidas anunciadas por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, son la primera reacción seria de España a la crisis financiera de alcance global y ante la que otros países europeos "liderados por Alemania" ya habían adoptado decisiones destinadas a tranquilizar los mercados. En esta línea, el paquete español "ampliación del fondo de garantía de depósitos hasta los 100.000 euros y la creación de un fondo estatal hasta 50.000 millones de euros destinados a facilitar la liquidez a las entidades crediticias" va destinado a resolver dos de los grandes problemas: restituir la confianza y tranquilidad de los ahorradores y facilitar la liquidez del sistema para la concesión de los créditos.
Zapatero ha querido ampliar las garantías pactadas en el seno del Ecofin "que agrupa a los 27 ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea" para los depósitos de ahorro doblando el acuerdo hasta alcanzar los 100.000 euros por cuenta, cifra que quintuplica la garantía mantenida hasta ahora. La decisión calmará la inquietud de muchos pequeños ahorradores españoles que temían poder llegar a ser víctimas de las turbulencias financieras, además de frenar una eventual fuga de capitales a otros países con mayores garantías como Alemania o Portugal, cuyos mandatarios garantizan la totalidad de los depósitos en sus bancos y cajas.
La otra gran decisión de calado es, sin duda, la creación de un fondo con garantía estatal que permitirá aportar liquidez a las entidades crediticias "hasta un máximo de 50.000 millones de euros" mediante la compra de sus activos «limpios» y «solventes», una fórmula que permitirá reactivar el crédito y, en consecuencia, la inversión, el consumo y la creación de puestos de trabajo. Ahora sólo queda esperar la reacción de los mercados.