El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechó la rueda de prensa final del Consejo de Ministros celebrado el Palma el pasado viernes para arremeter, con dureza, contra el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gonzálo Díaz Ferrán, por su última propuesta a la mesa de diálogo social que también integran el Gobierno y los sindicatos. De hecho, las críticas a la patronal -de la que dijo sentirse «decepcionado»- protagonizaron la comparecencia del presidente ante los medios de comunicación.
Los argumentos de Rodríguez Zapatero contra la CEOE se centraban en denunciar su insolidaridad en momentos de crisis por poner en peligro la caja de la Seguridad Social al querer reducir las contribuciones empresariales y, además, defender el despido libre. Ambos aspectos se plantean como innegociables desde la perspectiva del Gobierno que, ante la última respuesta de la patronal, daba por cerrado el diálogo social.
A medida que se han ido conociendo los detalles de la última respuesta de la CEOE a la mesa de diálogo social crece la incertidumbre sobre la realidad de lo ocurrido, toda vez que se considera desproporcionado el rechazo del Gobierno a unos planteamientos que los empresarios consideran que eran elementos pendientes de una eventual negociación y no, como se ha dado a entender desde el Gobierno, unas exigencias cerradas.
El diálogo social en España ha quedado encallado y pendiente de los próximos movimientos que realicen los principales actores, aunque todo indica que de no aproximar las posturas entre Gobierno, empresarios y sindicatos se avecinan meses muy duros.