El aeropuerto de Son Sant Joan es, desde hace décadas, la principal puerta de entrada y salida de Mallorca. Millones de residentes y turistas lo visitan cada año como una etapa imprescindible de su viaje. En la actualidad, la conectividad aérea de las ciudades es un requisito imprescindible para determinar su capacidad de desarrollo económico, una cuestión sobre la que están dispuestas a trabajar las administraciones, AENA "que gestiona el aeropuerto mallorquín" y el Govern, junto con la iniciativa privada, en este caso la Cámara de Comercio de Mallorca, para establecer un marco idóneo para mejorar las conexiones aéreas directas de Palma con las principales ciudades europeas y lograr, de este modo, incentivar el tráfico turístico. En este punto, la implicación de las compañías aéras será vital. El concurso de AENA es imprescindible para dar viabilidad al proyecto, ajustar las tasas aeroportuarias es un paso inevitable para que las compañías aéreas vean con interés esta iniciativa. Los elevados costes que impone AENA ya se han planteado en otras ocasiones como uno de los inconvenientos que se deben resolver si se considera necesario reactivar el tráfico aeroportuario en Son Sant Joan.
Lograr romper la estacionalidad turística con el turismo de fin de semana "por regla general de elevado poder adquisitivo" es una posibilidad que merece un estudio en profundidad sobre su viabilidad, un análisis que no debe obviar el impacto económico, social y medioambiental que representa aumentar la cifra de visitantes y, en consecuencia, el tráfico aéreo. La comisión debe ponderar todas las variables antes de dar un paso en falso, el tema tiene la suficiente trascendencia como para evitar que las decisiones queden en manos de la improvisación.