Dicen los turoperadores que nuestra competencia directa son Grecia y Turquía. Creo que se equivocan. Me explico. Estos días podemos asistir en Berlín uno de los escaparates turísticos más importantes el mundo: la ITB, donde, como no puede ser de otra manera, Eivissa y Formentera tienen una importante presencia.
Pero me pregunto, ¿de qué sirve vender la cultura de Vila, el senderismo de Sant Joan, el arte de Santa Eulària, la puesta de sol de Sant Antoni, las calas de Sant Josep o la naturaleza de Formentera, cuando una familia necesita ocho horas de viaje para venir a Eivissa? Así es, le ofrecemos maravillas al público berlinés, pero obviamos decirles que para poder disfrutarlas deben salir a las tres de la tarde de sus casas y tomar dos aviones para, finalmente, poder estar, como pronto, a las once de la noche en su hotel.
Por ello creo que es un error vender Eivissa como un destino europeo en el que se puede venir un fin de semana, tal y como se está planteando ahora, en temporada baja. Eso es lo que puede ofrecer Grecia y Turquía, destinos que se encuentran a menos de cuatro horas de Berlín. Nosotros, al doble de distancia, debemos fijar nuestro producto como competencia a otros destinos mucho más exóticos: Caribe, Asia, África...
Puede que no tengamos demasiado que ver con ellos, pero, excepto en verano, ir a cualquiera de esos destinos tiene la misma facilidad que venir a Eivissa. Por lo que suena a chiste que los turoperadores nos dijeran a los periodistas que debemos «animar a nuestros hoteleros a abrir fuera de temporada». Creo que los hoteleros no tendrán problema en recoger el guante y devolvernos la frase «animad a los turoperadores a poner vuelos fuera de temporada» algo básico, pero lejos de ser una realidad.