La economía crecerá un 3% en 2015. Ahora que vamos a ser ricos, todo va a ser la caña.
Ahora que vamos a ser ricos, podremos pagar un alquiler en un piso decente (incluso en verano), sin cucarachas, con habitaciones amplias, bien ventiladas y electrodomésticos que funcionen.
Ahora que vamos a ser ricos, la depuradora de Vila dejará de oler a mierda y dejará de echar mierda a la playa porque hace veinte años que no da abasto.
Ahora que vamos a ser ricos, podrán terminar las obras del Parador de Vila, demolerán el piso de más que han construido y exhibirán los restos arqueológicos de la ciudad fenicia en lugar de cubrirlos con cemento.
Ahora que vamos a ser ricos, bajarán el precio del parking de Can Misses para que los familiares de enfermos y los propios enfermos no se mueran del susto a la hora de pasar por caja.
Ahora que vamos a ser ricos, los ancianos no morirán mientras esperan para cobrar la prestación de la Ley de Dependencia.
Ahora que vamos a ser ricos, en el municipio de Sant Josep habrá agua potable.
Ahora que vamos a ser ricos, las calles estarán siempre limpias, el contenedor azul nunca estará saturado y los perros harán caca con olor a lavanda.
Ahora que vamos a ser ricos, no será necesario subvencionar los vuelos, ni liberalizar el sector, ni regularlo, ni el descuento de residente, porque iremos a Barcelona en nuestro jet privado y a Palma en el dirigible.
Ahora que vamos a ser ricos, las chuches serán gratis a la puerta del colegio y los dentistas también y los niños irán al cole en helicóptero; habrá todos los profes necesarios para niños con necesidades especiales, todos los maestros tendrán el nivel de C de inglés y seremos todos trilingües sin tener que estudiar.
Ahora que vamos a ser ricos, podremos edificar lo que queramos en nuestro islote privado, invitar a los amigos a nuestro beach club particular y celebrar allí los lunchs, los brunchs y las puestas de largo de nuestras hijas. (Nada de torradas: las torradas solo son para payeses y hippies muertos de hambre.)
Ahora que voy a ser rico, dejaré de comer madalenas y solo comeré cupcakes y muffins.
Y tocarán U2 en mi fiesta de cumpleaños.
Ahora que voy a ser rico, seré tan idiota como los ricos.
E iré en Hummer a mear al lavabo.
Y tendré diez lavabos y un bidé con pirañas.
Miraré al portero del Ushuaïa y solo con mirarlo me dejará pasar y me llamará "señor Tur".
La economía crecerá un 3 por ciento en 2015. O un 2,7 o un 2 o un 2,9 o lo que sea…; da igual, porque vamos a ser ricos de cualquier modo.
Todo esto va a suceder ya mismo, está a punto de pasar, de un momento a otro vamos a ser ricos. Lo ha dicho la CAEB, lo ha dicho la Funcas, lo ha dicho el Govern balear, lo ha dicho la Agencia Estatal de Meteorología, lo ha dicho Sandro Rey mientras se acariciaba el pelo grasiento a las tres de la madrugada en mi canal favorito de la TDT.
Aquí estoy, sentado en el bidé de mi único lavabo, esperando ese momento, el momento de ser rico. En el bidé aún no hay pirañas. Pero todo llegará.