El hecho de que el Govern balear anuncie a bombo y platillo que los party boats deberán cumplir los mismos requisitos que restaurantes y discotecas no es ninguna garantía de que la música no vaya a molestar, como ha venido sucediendo todo el verano pasado. Y si no, que lo pregunten a la gente que reside en la costa y han de mal vivir con la contaminación acústica producida en la mar. Por si acaso, repito que la contaminación causada por decibelios en el mar es competencia estatal, y aquí quisiera ver la actuación del Delegado del Gobierno en Eivissa y Formentera. No hay más que poner el BOE encima de varias mesas, y me refiero a las de los Consells Insulares y de los ayuntamientos (sobre todo).
Por otro lado, las empresas organizadoras de los mencionados party boats han solicitado muchas licencias para desembarcar en Formentera, a lo que el Consell de la Pitiusa menor teme que su isla se convierta en <>. Y mejor temer y conseguir que las hordas juveniles internacionales (dominadas o embrutecidas por el alcohol y sustancias estupefacientes) no sienten sus reales en la costa.
Y digo otra vez que no se ve -ni se le espera- en el horizonte ninguna garantía de que los party boats deberán cumplir los mismos requisitos que las discotecas. Y lo comento porque está visto y comprobado que las ordenanzas municipales relacionadas con la música y la contaminación acústica no se hacen cumplir. Y así lo vemos, de manera especial, en Platja den Bossa, Sant Antoni, puerto de Eivissa y en muchos otros lugares en donde hay ubicados beach clubs. ¿O no es así como digo? Y por si fuera poco, empezamos a tener varios hoteles musicales y algún otro que aspira a serlo, y me refiero a uno de renombre de Cap. Martinet. Espero que el Ayuntamiento de Santa Eulària haga cumplir las ordenanzas y no permita la contaminación acústica en la zona antes citada. Y es que no solamente molestaría (la música) allí, sino que también en Cala Llonga, Jesús, Talamanca, etcétera, dependiendo de la brisa reinante.
Insisto en que debemos temer a los decibelios desbocados puesto que desde hace muchos años vienen ganando la batalla por goleada, pero habría una forma de plantarles cara y de forma muy legal. Quiero decir, y lo digo, y propongo que todos los partidos políticos o coaliciones que se presentarán a las próximas elecciones autonómicas y municipales se comprometan a hacer respetar y cumplir todas y cada una de la ordenanzas aprobadas en sesiones plenarias municipales. A ver si están por la labor y se animan.
Una de ascensores
Resulta que desde el pasado mes de diciembre hay un ascensor en el número 45 de la calle Aragón de Vila que no funciona. No es que estuviera averiado y lo tuvieran que reparar, sino que la comunidad de propietarios tuvo que adaptarlo a la legislación vigente. La cuestión es que montaron el nuevo y algunas piezas se han quemado en más de una ocasión. Por si fuera poco, hay en dicho edificio algunas personas con problemas físicos y hasta una vecina se cayó un día por la escalera. Es muy posible que hoy sábado ya esté en funcionamiento, pero creo que es una vergüenza que algo así pueda suceder en una isla como la nuestra, una de las más famosas y caras del mundo.