El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Sant Josep sigue exigiendo, con toda la razón, que se lleve a cabo la interconexión de las desaladoras de Eivissa, Sant Antoni y Santa Eulària de manera que se asegure suficiente caudal para los residentes y los visitantes. Es un viejo problema que se arrastra desde hace demasiado tiempo y ahora se ha complicado al pedir el Gobierno de Madrid que paguemos 26 millones de euros debido, dicen, a los sobrecostes que se han producido en la instalación de la planta desaladora de Santa Eulària. Y nuestro Govern, y me parece muy bien, no quiere pagar. Por lo visto. Madrid tiene suficiente dinero para hacer llegar el AVE a lugares lejanos de la península y también para pagar buenos y sabrosos emolumentos al exministro Jorge Fernández Díaz. Y es que he leído que Fernández Díaz, en su nuevo cargo, cobrará 14 pagas de 6.060 euros brutos, que hacen un total de casi 85 mil euros brutos al año. ¡Qué ‘barbarité', ¿no?
Lo grave es que no solamente se necesita agua en Sant Josep, sino que también la demandan varias zonas hoteleras de Santa Eulària. Pero como no veo ninguna reacción del Partido Popular exigiendo al gobierno del señor Rajoy que solucionen nuestras deficientes infraestructuras hidráulicas soy pesimista. El caso es que la solución al problema se puede demorar y demorar y que la próxima temporada turística aún no se pueda gozar de nuevos caudales de agua desalada. Y podría ocurrir que la próxima temporada no tengamos el agua potable que la población necesita. Insisto, pues, en que el PP ha de exigir a Madrid que deje de reclamar los 26 millones de euros. En cualquier caso, hay que dejar de perder el tiempo, realizar un estudio serio para saber cuánta agua se necesita y aceptar que tendremos que pagar más para convertir agua salada en potable.
Cabe, asimismo, que nos felicitemos por la decisión del Ayuntamiento de Eivissa de mejorar la red municipal de abastecimiento de agua mediante reparaciones que la empresa Aqualia llevará a término en varias calles del municipio. Es una muy buena noticia que evitará perdidas de caudales y lo correcto sería que tales reparaciones se hagan en todos los municipios de la isla. No sea que tengamos que gastar mucho dinero en desaladoras y en un anillo de interconexión y que parte del agua potabilizada se pierda por el mal estado de la red de abastecimiento. Es un tema que debería tratarse en el Consell de Alcaldes ya que la fuga de aguas afecta toda la isla.