Si Podem Illes Balears comenzó la legislatura en el Parlament con 10 diputados y ha expulsado a dos por corruptas, podemos concluir que, para tratarse de un partido tan nuevo, que al menos un 20 % de tus diputados sean corruptos, es algo bastante notable. En la Policía Local de Palma el porcentaje de infectados, en el peor de los casos, no llegaría al 4 %. ¡Imagínense! Sacan pecho de haber sido ellos mismos quienes han aplicado su código ético que les protege del virus de la corrupción política, pero más parece que estén haciendo lo que hace Erdogan en Turquía, que a cualquier crítico lo vincula al fallido golpe de Estado y lo bautiza de terrorista. En Podem Illes Balears a todo elemento crítico con quien ostenta el poder interno de forma tan autoritaria como lo hace Alberto Jarabo (imagen), se le llama corrupto y ya correrán para quitarse el Sambenito.
Jarabo niega en IB3 la existencia de una crisis en su formación, lo cual ofende a la inteligencia porque no hay más que verlos. En todo caso demuestra que los cargos públicos de Podem son tan poco de fiar como los de cualquier otro partido, pero sus defectos se acrecientan cuando exhiben su manifiesto desconocimiento de la política y de la Administración, y lo más grave, un autoconvencimiento de hallarse en todo en una superioridad moral que nadie es capaz de adivinar de dónde han sacado. Además, le han tomado gusto a la moqueta porque del mismo modo que ni Xelo Huertas ni Montse Seijas tienen planes de entregar su acta de diputadas, el consejo ciudadano no quiere soltar la presidencia del Parlament, aún a costa de quedarse en cuadro, cosa que quería evitar Laura Camargo sin mucho éxito.
El PSIB ya ha dicho que de eso hay que hablar porque las cosas han cambiado y aquí no hay nada automático a la hora de sustituir a Huertas por Marta Maicas, que es la diputada que con más nombre suena por aquello de la cuota femenina. Tiene mucha razón porque por más que diga el reglamento de la Cámara, como a Huertas se le antoje, a ella solo la cesa el pleno, que es quien la nombró. Eso de que si es expulsada del grupo parlamentario debe cesar como presidenta, es una barbaridad porque fue el Pleno quien la nombró y en buena lógica solo el Pleno puede cesarla. Otra cosa es que ella quiera dimitir, que es lo que aseguró que haría més de pressa que corrensos cuando perdiera el apoyo de Podem. Pero ya vemos que prisa no tiene.
OPINIÓN / Joan Miquel Perpinyà
Un 20% de corruptos
Joan Miquel Perpinyà | Eivissa |