Al Pagès Festival de Sant Carles le ha salido un serio competidor que cubre prácticamente todo el territorio. Su nombre podría ser la Extrem Yincana Ibiza. En esta prueba, Medi Ambiet no pone límites de participación porque está abierta a todos los vecinos de la isla. El calendario de la yincana ibicenca arranca con el final de la temporada de verano. Tras los cierres, las diferentes administraciones dan el pistoletazo de salida a la orgía de aperturas en canal de todo vial que se precie. Si por un casual es usted usuario habitual del Camí Vell de Sant Mateu sabe que, entre octubre y marzo, el paso por Puig d'en Valls suele verse ralentizado por la apertura de una zanja y la aparición de dos semáforos móviles. Siempre el mismo tramo, siempre la misma zanja. Si el concursante/usuario opta por la arteria principal, a estas alturas ya habrá comprobado que en la carretera de Santa Eulària ha vuelto a aflorar una improvisada rotonda que es una trampa para los osados que circulan por la noche por esta vía. Al adentrarse uno en Vila, la prueba se convierte en un improvisado campo de minas. A la operación a corazón abierto en Vara de Rey y la Plaça del Parc le salen reproducciones en cualquier calle del municipio. Las zanjas salen al paso del viandante y crecen casi a la misma velocidad que menguan las zonas para aparcar. Las obras cuando son necesarias bienvenidas son, pero hay calles que se abren, cierran y vuelven a abrir sin una explicación coherente. Pero sin lugar a dudas son los vecinos de Jesús los que se merecen un premio al ‘ciudadano todoterreno'. El premio a los responsables de las obras me lo ahorro. Hablar del firme de esta carretera es una broma de mal gusto. El asfalto está peor que antes de las obras, pero el premio extrem se lo lleva esa curva de entrada diseñada con un ángulo recto y un bordillo cuya altura haría las delicias de los participantes en el Pagès Festival.
OPINIÓN | Paco S. Pérez
La yincana ibicenca
P. S. P. | Eivissa |