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OPINIÓN | Vicent Torres, presidente de Alternativa Insular

Cabras y casetas a hacer puñetas

| Eivissa |

Recientemente hemos asistido a un nuevo capítulo de intromisión mallorquina con premeditación, aunque al cabo de 3 meses dicen ahora que es urgente; nocturnidad, por aquello de la falta de transparencia e información; y alevosía, por usar medios extremos para desalojar una caseta varadero en Porroig sin previo aviso a la propiedad, con la excusa de que las casetas no están escrituradas y no saben a quien notificar. Pero vamos a ver: ¿No existe un registro en el Consell? ¿No se puede dejar un papel clavado en la puerta, como hacen al cortar la luz o el agua? Es más, ¿No podrían preguntar en el ayuntamiento o a los vecinos? Y es que cuando no interesa averiguar una cosa, mejor no preguntar.

Bien pues, desentendido en principio el ayuntamiento del tema, aparece la Guardia Civil, con muy buenos modos todo hay que decirlo, que solicitan a la empresa encargada de las obras la documentación que les ampara para efectuar el derribo de la caseta en cuestión que, dicho sea de paso, está intacta con respecto al desprendimiento de tierra y piedras ocurrido en febrero y que ahora efectivamente hay que sanear y asegurar.

Los “papeles” no dicen nada de derrumbar, solo de retirar escombros; lo reconoce la empresa y además añaden que les han dicho de palabra desde Mallorca que «lo que haga falta a su criterio»… ¿Cómo? ¿Qué será un encargado de obra el que decida si tira o no unos bienes privados? Es dominio público si, pero la propiedad de la caseta y los bienes existentes en su interior son privados. ¿Sin procedimiento administrativo alguno previo? ¿Con absoluta indefensión por parte de la propiedad y dejando los bienes en una propiedad privada? Ciertamente un decreto de urgencia lo salva todo; ahora bien, eso en febrero, cuando ocurrieron los desprendimientos, puede aceptarse; ahora tres meses después, ciertamente rechina cuando menos no poder esperar una semana, que es nada menos cuando tiene previsto personarse en la obra el jefe de la misma siendo que ya debería estar dando la cara y dirigiendo la obra desde el primer día en vez de quedarse en su despacho de Mallorca y poner en ese aprieto a los obreros que ninguna culpa tienen; mas sabiendo que no hay siquiera proyecto de las obras a realizar y que ello requiere explicar y decidir in situ que se hace y como, en vez de dar libre albedrío a la empresa contratada a dedo que, obviamente, cuanto mas trabajo pueda cargar en la factura mejor.

A todo esto, a buenas horas aparece el alcalde manifestándose en contra del derribo, pero cuando tocaba discutir y negociar con la Guardia Civil la validez de “los papeles” ni se le vio ni se le esperaba, cuando lo único que se reclamaba era aplazar el posible derribo una semana, lo que tardaría en venir el jefe de obra desde Mallorca y evitar hasta su visita hechos consumados. Claro que igual a todos les conviene y hace cierto aquello de que “Entre todos la mataron y ella sola se murió (la caseta)”.

Hasta aquí la desastrosa gestión, esta vez de una acción del Gobierno, que enseguida resucita en mi memoria otra desastrosa gestión de una acción del Govern Balear, la matanza de las cabras de es Vedrà, recuerdan…
Pues ya que hablamos de memoria, me gustaría recordar que las casetas varadero son una costumbre ibicenca.

Costumbres que todos los partidos han prometido proteger y fomentar, pero parece ser que solo las que ellos consideren adecuadas. Da lo mismo que gobierne quien gobierne, todos llevan el mismo común denominador, doblar la espalda ante lo que viene ordenado de Mallorca o Madrid, por cierto que ya le vale a la Demarcación de Costas tener sede en Madrid, será por su gran tradición marinera…

El caso es que con la venia de todos nuestros representantes electos y ministrillas, desde fuera de la isla se vuelve a puentear a Consell Insular y ayuntamiento para volver a matar cabras sin aviso, ahora en forma de tumbar casetas varadero; eso si, unos y otros en sus cotos privados de caza.

Empiezo a pensar que acertamos plenamente eligiendo el nombre de nuestra web (ahoranotequejes.es), porque al final somos los ibicencos quienes con nuestros votos permitimos que desde Mallorca y Madrid manden cabras y casetas a hacer puñetas.
Cago en l'ou!

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