La política ficción del Govern Balear, formado por un caníbal equipo de perdedores que se pasan la legislatura haciéndose la vida imposible entre ellos, no puede con la realidad. La realidad es importante y suele funcionar mejor cuando los gobiernos no sabotean la iniciativa privada y la pujanza de la economía. La realidad existe y no debemos temer nada, más allá de nuestros propios errores. Que siempre son los mismos. Ahora el Pacto de Progreso se está cubriendo el riñón, hinchándose de colocar a los suyos, a las mareas verdes y a los enchufados, que debemos sufragar los contribuyentes con una lista de tasas e impuestos sangrantes.
Pilar Costa empotró a tres periodistas de una tacada. Entre unos y otros nos salen mucho más caros que el gobierno del Partido Popular. Solo los mandarines de Ibiza ya pasan de cinco millones cada año. Bastante más que el PP, que se dedicó los 4 años a cubrir las pérdidas y a pagar las facturas dejadas en los cajones por el anterior Pacto. El Partido Popular ahorra y se aprieta el cinturón para que vengan los pactos de perdedores a despilfarrar y a acrecentar la deuda. Así cada 4 años, en una danza macabra como si hubieran consumido la droga caníbal.
El caos creado hogaño con la Ley Turística será histórico. Al menos la ecotasa se paga y se acabó, por injusta sea, pero lo del alquiler de los pisos turísticos será una sangría.
Menos mal que la realidad se impone y la vida sigue. Desde el viernes 11 al martes 15 de agosto, los aeropuertos de Baleares superaron el millón de pasajeros. Ibiza, Mallorca y Menorca acogieron 7.614 operaciones de vuelo, sin estar mangoneados por los políticos.