La historia como farsa

Una de las cosas que más me han llamado la atención del órdago que unos políticos abducidos están haciendo a todos los españoles, en nombre de un supuesto pueblo catalán de cuya voluntad y esencias ellos son los únicos poseedores, es que al día siguiente de la opereta que en las dependencias del Parlament montaron la Forcadell y Puigdemont, con el aliño indumentario de zarrapastro y los cuperos, Junqueras, el cerebelo gris de todo lo que está ocurriendo, dijo que no habría elecciones anticipadas en Catalunya, algo que sería lo lógico en estos momentos, pero Oriol dice que no, y tots JxNo en esto. ¿Por qué no quieren elecciones?, porque sabe que después de todo el pollo pollazo que han montado, con el ejército ya en estado de alerta y que ya está apoyando logísticamente a la policía nacional y a la guardia civil, con el cainismo que han inoculado a la sociedad civil catalana, con el despertar de muchos catalanes gracias a las palabras de Borrell y de Vargas Llosa, con la chapuza de procés que han hecho, que ni un trilero aficionado lo hubiera hecho peor, con ese andar sobrados por el mundo pasándose la Constitución y todo lo demás por los cataplines, con ese creerse capaces por derecho divino de ejecutar un DUI y un proceso constituyente, con ese victimismo que proclamó en su letanía Puigdemont que llegó a decir que se desprecia la lengua catalana y otro montón de mentiras, con lo de si Catalunya es un pueblo oprimido: claro que está oprimido pero por vosotros, por el 3%, por tantas cosas: con ese panorama, ¿cómo va a querer convocar elecciones Junqueras? Sabe que muchos se han despertado y han visto que la historia se repite como farsa.