Con la aplicación del 155 y el Procés desarticulado en un pis pas, y con los efluvios y calenturas del independentismo radical enfriándose poco a poco, y Junqueras en la cárcel y Puigdemont en su exilio que es más interior que exterior, a medida que vamos conociendo los papeles incautados por la Guardia Civil y abren la boca los encausados, nos vamos dando cuenta de la mediocridad de ese grupo de políticos que han estado a punto de llevar a su terruño a la ruina y casi nos arrastran a todos en su estulticia y delirios de grandeza a una crisis política y económica como nunca hemos tenido en los últimos cuarenta años. Les recomiendo que para tener una imagen exacta, cabal, de lo ocurrido estos últimos años en Cataluña lean el muy bien armado panfleto (él lo llama así) que ha publicado Fernando Savater titulado Contra el separatismo (editorial Ariel). Ante las potentes argumentaciones de un demócrata y liberal, valiente y de tanta cultura, como Fernando Savater (que por cierto tenía una casa en Mallorca), poco se puede hacer y todo lo que en estos últimos meses han barrutando Junqueras, Puigdemont, los Ómniums y ahora la Rovira parece un verdadero juego de manipuladores de segunda categoría, de caprichosos incorregibles que viven permanentemente en la irrealidad. Savater desmonta punto por punto, y con argumentos muy sólidos, lo que estos señores, supuestos pacifistas imbuidos de democracia, han querido y no podido hacer. También explica la sinrazón por la que los no adoctrinados nos hemos tragado un montón de ruedas de molino. Según las encuestas hay mucho cansancio entre los catalanes y ahora a Puigdemont le ha dado por arremeter contra la Unión Europea. El Honorable sigue levitando.
OPINIÓN | Jesús García Marín
Se van retratando
J. García Marín | Eivissa |