Comienza la legislatura catalana sin que el horizonte político este realmente despejado. Por lo pronto la elección de la Mesa es una primera prueba de fuego. Sería bastante lógico que un miembro de Ciudadanos presidiera el Parlamento y para ello sería imprescindible el apoyo de «los comunes» de Ada Colau y Pablo Iglesias. Pero es bastante improbable que eso suceda.
Por otra parte desde Junts per Catalunya insisten en que no contemplan más candidato a presidir la Generalitat que a Carles Puigdemont aunque el informe de los letrados del Parlamento han dejado claro que eso sería ilegal. Desde Esquerra no dicen ni que sí ni que no en público, aunque en privado los hay que critican abiertamente a Puigdemont por haberse marchado a Bruxelas mientras que ellos tienen a su líder, Oriol Junqueras en la cárcel.
El caso es que la pretensión de que se celebre una sesión de investidura de manera telemática y que Puigdemont pudiera gobernar desde Bruxelas no es que sea un disparate es que es una solemne majadería.
De manera que aún esta por ver si Junts per Catalunya y Ezquerra además de sus amigos de la CUP son capaces de formalizar un acuerdo en torno a Puigdemont o por el contrario terminan designando a otro candidato que además no tengo un horizonte judicial.
Y es que no hay que olvidar que 17 de los nuevos diputados están siendo «investigados» por los tribunales y que si llegan a ser condenados, lo que en algunos casos parece más que probable, eso les llevaría aparejado la inhabilitación para ejercer cargos públicos. Quiere eso decir que los «primeros» candidatos de las organizaciones independentistas tienen su futuro político bastante acotado por su devenir judicial. Por decirlo claramente no parece que vayan a tener un gran porvenir Puigdemont, Junqueras, Forn, los Jordis, Comin, Forcadell, etc. Pero volviendo a este comienzo de legislatura hay quienes no descartan que se vuelvan a celebrar elecciones en caso de que los partidos independentistas insistan en organizar una pantomima eligiendo a Puigdemont presidente por vía virtual.
En fin, que al futuro inmediato se le auguran más incógnitas de las habituales.