El Ayuntamiento de Sant Josep quiere limitar la creación de ‘beach clubs' en sus costas y también las actividades complementarias de los establecimientos turísticos relacionados con una oferta musical. Cierto es que se hace un abuso de los volúmenes musicales para captar a gran número de personas, sin olvidar a los' party boats', que también hacen notar su presencia en base a decibelios desbocados. en la mar. Mi opinión es que es muy necesaria una legislación concreta, que se aplique y que sea capaz de imponer sanciones económicas, que es de lo más persuasivo. A mi entender, los establecimientos musicales deben estar cubiertos y bien insonorizados, y que a los quioscos playeros se les obligue a tener un limitador de volúmenes, de manera que música sí, pero sin estridencias ni molestar a nadie.
Serpientes forasteras. Según el director general de Espais Naturals i Biodiversitat del Govern, Miquel Mir, en 2017 fueron capturadas unas 2.500 serpientes en las islas Pitiusas y para conseguirlo se utilizaron 200 trampas. Y claro, como aquí no tenemos serpientes, las que cazan son bien forasteras. Está probado que llegan a nuestros puertos escondidas en las raíces de los olivos ornamentales, de manera que los técnicos del Govern estudian prohibir la entrada de dichos ofidios, establecer cuarentenas e, incluso, detectarlas con perros. No es que sean peligrosas, señala el Govern, pero sí recuerdan que y tienen datos de depredación de nuestras lagartijas, famosas por el color de su piel. Por cierto, en el Cap Nonó de Sant Antoni recuerdo que las había de color negro.
Pero claro, los políticos siempre llegan tarde y aún estudian, al parecer, prohibir la entrada de olivos procedentes de la España peninsular. En cualquier caso, sugiero que los técnicos estudien la legislación norteamericana relacionada con la importación de plantas y árboles entre los estados de la Unión, que de entrada está prohibida si no se cumplen todas las medidas sanitarias.
Menos coches en Formentera. Considero muy acertada la decisión del Consell de Formentera de limitar la entrada de coches y motocicletas en la isla, y argumentan que la restricción es necesaria para asegurar la llegada de turistas. Así, pues, los visitantes y los residentes en nuestro archipiélago deberán pedir una autorización y después ya podrán comprar el billete para embarcar en un ferry. El tema se está estudiando, no se sabe el número de tarjetas que se expedirán ni si serán gratuitas o no, y sí se sabe que para poder circular habrá que solicitar una autorización especificando los días de estancia y alojamiento. Repito, pues, que el Consell de Formentera acierta con las medidas para que las carreteras no estén colapsadas, pero bueno sería que aumentaran las frecuencias de los autobuses de transporte público que circulan entre la Savina y otras localidades de la menor de las Pitiusas.