Ayer que era el día 29 de junio, festividad de San Pedro y San Pablo, se celebra en toda la Iglesia el Día del Papa y se lleva a cabo la colecta llamada del óbolo de San Pedro. Por ser el día 29 laborable en nuestra diócesis de Ibiza, nosotros celebramos ambas cosas –el Día del Papa y la colecta del Óbolo de San Pedro-, en el día de hoy, domingo 30 de junio.
Este domingo, además, acabándose el mes dedicado al Sagrado Corazón, por la tarde, a las 19:30 en el grande e impresionante monumento que tenemos en la montaña a Él dedicada, celebraremos una Santa Misa y una procesión a la que os invito a asistir, pues desde que la hacemos son muchas y buenas personas las que vienen. Como sabéis ese monumento fue construido por Antonio Cardona Riera, obispo nacido en Ibiza y que ha sido el obispo que más tiempo que los demás ha regido esta buena diócesis y cuya tumba se encuentra en nuestra Catedral, y yo, consciente de la importancia de ese monumento, con la ayuda y colaboración de algunas personas y del Ayuntamiento de Santa Eulalia lo retoqué y arreglé.
Dios nos dice que nos da pastores según su corazón (cf. Jeremias 3, 15). Y eso lo vemos muy claramente con los papas que gobiernan la Iglesia. En los años pasados hemos tenido la suerte, la alegría, la bondad de tener pues a los papas así: San Juan XXIII, San Pablo VI, San Juan Pablo II, Benedicto XVI y ahora Francisco, desde hace un poco más de seis años.
Así, pues, en esta jornada estamos llamados a tener un especial recuerdo afectuoso y una expresión de amor del papa Francisco. Es un día para dar gracias a Dios por la persona y el ministerio del Santo Padre, sucesor de San Pedro y vicario de Cristo en la tierra, para orar por él y por sus intenciones, para avivar en nosotros nuestro amor hacia él y nuestra comunión con él, así como para reforzar nuestra conciencia del papel insustituible que tiene el papa para la fe de toda la Iglesia y de cada uno de los cristianos.
El ministerio, que Jesús confía a Pedro, se perpetúa en el obispo de Roma, que ahora es papa Francisco. El Santo Padre garantiza la unidad en la fe de todos los cristianos, de todos los obispos y de todas las Iglesias diocesanas. Los cristianos católicos sabemos que nos encontramos dentro de la corriente viva de la fe de los apóstoles, que arranca del mismo Cristo, si estamos en comunión con el sucesor de Pedro, con su persona y con su doctrina en cuestiones de fe y de moral. Esta es la garantía para saber que nuestra fe es auténtica, que somos verdaderos discípulos de Jesús y que pertenecemos a la Iglesia fundada por el mismo Jesucristo. Acojamos de corazón y vivamos con fidelidad lo que el Papa enseña en cuestiones de fe y de moral, y caminemos por los senderos que él nos va marcando. Nuestra fe ha de ser personal, sí, pero también eclesial, apostólica y en comunión afectiva y efectiva con el papa.
Por todo ello, en el día de hoy, aunque celebrando litúrgicamente el XIII domingo del tiempo ordinario del ciclo C, en todos los templos parroquiales de nuestra diócesis, en las islas de Ibiza y Formentera, elevemos en este día oraciones especiales por el papa Francisco, por su ministerio y por sus intenciones. Además, en todos estos templos y en todas las eucaristías ha de llevarse a cabo la colecta del óbolo de San Pedro, con nuestra aportación colaboramos con el papa en su ayuda y compromiso continuos con los más necesitados del mundo. Por favor, seamos generosos en la colecta; el papa tiene muchas necesidades que atender; ayudémosle entre todos. ¡Que Dios os lo premie! Como cada año, cuando los párrocos me entreguen ese dinero que habéis ofrecido generosamente en vuestra participación en la misa, se lo envío al papa Francisco y después él me lo agradece, me dice que os haga presente su afecto por todos, una prueba de lo cual es que cada vez que grupos de Ibiza o de Formentera van a Roma y participan en la celebración del rezo del Ángelus el domingo en la plaza de San Pedro, papa Francisco cita a Ibiza y Formentera y los saluda afectuosamente.