Me gustó la columna de Manu Gon, siempre fresco y rara avis con su alegría faunesca y un sentido común que desarma a cualquier hooligan de partido político. En medio del pandemónium burrocrático, Manu cita unas palabras de la vice económica Nadia Calviño: «Nos pagan para solucionar problemas y no para crearlos».
Calviño debe andar desesperada por la deriva marxista del Gobierno y sus pactos con el terror –nunca se había mentido tanto en tan poco tiempo—; y ahora necesita acordarse del Marx bueno, Groucho, cuya definición del sátrapa de turno sigue de máxima actualidad: «Un político es alguien que busca problemas, los encuentra, emite un diagnóstico falso y aplica la solución equivocada».
El mundo iría mejor con más Groucho y menos Karl. Pero siempre hay algún cretino iluminado que quiere pagar el tren a Lenin y joder la civilización. Ahora quieren meternos miedo, domesticarnos en la granja social mientras se venden como algo imprescindible: «¡O yo, o el caos!».
Pero en su mayoría son unos parásitos de la teta pública que jamás han creado nada, solo problemas y muchos chupópteros designados a dedo. Y mientras el sumo mentiroso presume de salvar vidas (su relativismo asombraría a Einstein) en sus soporíferas y dictadoras ruedas de prensa, vuelve a fomentar la lucha de clases ibéricas porque le viene bien la tensión (ya lo reconoció Zoteparo, único jarrón chino socialista que aplaude los despropósitos de Sánchez).
Pero antes del ‘winter is coming', que se anuncia tremendo y tenebroso, hagamos acopio de fuerzas gozando de la primavera y del clásico Carpe Diem. Fundamental para la despensa psicológica.