Nos dijeron que la única forma para que los ayuntamientos utilizasen su remanente era mediante una cesión al Gobierno de Sánchez, que posteriormente daría una parte a los gobiernos municipales. Es la única solución, defendían.
Sin embargo, la ministra de Hacienda saltaba este lunes en su canal amigo de La Sexta para anunciar que se eliminaría la regla de gasto para que los ayuntamientos pudiesen usar el superávit de 2018-2019. Es decir, a diferencia de lo que decían los palmeros de Sánchez y compañía, sí había instrumentos políticos para que los ayuntamientos pudiesen recurrir a su superávit en estos tiempos de Covid19.
Afortunadamente estos fondos podrán sacarse de los bancos para ayudar a familias que se han quedado sin ingresos, a pagar alquileres, y para respaldar a los autónomos que se encuentran en una situación muy frágil por el nuevo panorama económico. Imagino que el Gobierno de Sánchez ha encontrado esta solución ante el riesgo de que algunos partidos como ERC y PP pudiesen llegar a un acuerdo para presentar un proyecto de ley para eliminar la Ley Montoro que impedía a los ayuntamientos a utilizar sus remanentes.
Hubiese sido muy grave que un gobierno que se llama progresista, que dice que se preocupa del bienestar de los más desfavorecidos, no hubiera encontrado una solución para utilizar este dinero en tiempos tan dramáticos como los actuales. Pero estaría bien que los palmeros, los que eran capaces de ceder el dinero de sus ciudadanos al Gobierno de Sánchez, diesen ahora la cara y, sobre todo, que pidiesen disculpas por anteponer las cuestiones partidistas sobre los intereses de los contribuyentes. Eso sí que es grave y merece una explicación. Esconderse detrás de la Ley Montoro para tapar la propia incompetencia ya no cuela. A ver qué serán capaces de hacer ahora con el dinero del superávit.