Se equivoca Marga Prohens cuando apunta al denunciante anónimo en relación con la polémica que ha durado 24 horas sobre su supuesto incremento de patrimonio. Lo que debería averiguar la presidenta del PP o sus diputados es cómo es posible que dicha denuncia presentada ante la Oficina Anticorrupción pueda llegarse a filtrar con tanta facilidad pocos días después de haberse presentado y, en cambio, muchos asuntos de los que debe investigar siguen su curso y nadie los conoce.
Es posible que la Oficina Anticorrupción tenga que justificar filtrando la vida privada de Prohens su existencia y los sueldos de las personas que trabajan en este organismo, pero una vez más se ha demostrado la inutilidad de este organismo y la necesidad urgente de cerrarlo en cuanto se pueda, dar las gracias a su esforzado director y desmontar una estructura que está resultando muy cara para los ciudadanos.
También es posible que los responsables de Anticorrupción hayan entendido por fin que su objetivo no es fiscalizar la gestión del dinero público de las instituciones ni a aquellos que gobiernan sino airear un acuerdo privado de divorcio de una dirigente política que está en la oposición y que, hasta ahora, el único presupuesto público que ha podido gestionar es el gasto de material de su grupo parlamentario. No creo que nadie se pueda hacer millonario quedándose el dinero de la partida del papel y los bolis del Parlament, pero todo es posible.
Si a Prohens ya le investigan ahora hasta su acuerdo de divorcio imaginen la que le espera si es nombrada presidenta del Govern en dos años. Recuerden aquel acoso de la izquierda contra Bauzá por ser titular de una farmacia con denuncias en los juzgados que acabaron en nada, pero con un ruido mediático día sí y día también, a diferencia de aquel asunto judicial contra la primera consellera de Sanidad del Pacte condenada por beneficiar a su propio negocio y que siguió en el cargo hasta el último día.
Sorprendentemente la denuncia anónima contra Prohens ha tenido más interés mediático para algunos que el hecho de que el nombre de la presidenta del Govern figure en un informe de la Guardia Civil sobre los supuestos amaños de determinados concursos en la Autoritat Portuaria. A diferencia de Armengol con el «caso Hat Bar», Prohens tampoco ha podido maniobrar para que su denuncia no se hiciese pública y se escondiese en algún cajón.
Al margen de demostrarse con este asunto la inutilidad de la Oficina Anticorrupción por duplicidad de competencias y por filtrar temas privados, lo que se confirma con esta denuncia anónima contra Prohens es el motivo por el cual muchos ciudadanos no se dedican a la política. Hay que estar muy preparado mentalmente para estar expuesto 24 horas del día a la opinión pública y que no pueda respetarse ni siquiera un asunto tan privado como un acuerdo de divorcio, que además en este caso afecta a una persona que no tiene nada que ver con la política, como es el caso del exmarido de la presidenta del PP.
Lamentablemente están convirtiendo la política en una actividad donde solo pueden participar aquellos o que no tienen ningún futuro profesional atractivo o los que, teniendo una carrera meritoria, tengan tanta vocación que les importe un bledo que se aireen sus asuntos privados. En la política ya no están los mejores como antes sino los que tienen poco que perder que hasta son capaces de poner en riesgo su vida privada.