Ayer se entregaron los Premis Sant Jaume de Formentera, en la categoría de Medallas de Oro, se reconoció a los conocedores y transmisores de las técnicas artesanales tradicionales. La distinción pretende reconocer la labor de muchas personas que atesoran conocimientos del pasado, cuando se debían aprovechar los recursos de la isla como la madera, la piedra o la vegetación, para la subsistencia. Personas que intentan que esos conocimientos no se pierdan, para la generaciones futuras.
En este periódico hemos hablado con algunos de ellos y todos nos han manifestado su gran preocupación, por el ritmo de vida de una sociedad del usar y tirar.
Rita Costa lleva toda la vida, empeñada en que la cocina tradicional de la isla no se pierda y para ello organiza talleres de recetas. También lo hace con el arte de encordar sillas. Según Rita, «la vida da muchas vueltas y estas técnicas nos pueden ser útiles mañana».
Francisco Torres es Mestre d'Aixa, una especie de carpinteros de barcas en peligro de extinción. Su reflexión es muy profunda: «Seguramente nos dan este reconocimiento, por la dificultad que supone conservar estas técnicas y lamentablemente creo que se acabaran perdiendo en muy poco tiempo».
Más claro lo tiene la costurera de vestidos tradicionales de Formentera, Esperanza Guasch: «mucha gente viene a que les cosa el traje para el baile pagès, yo les invito a que aprendan a hacerlo ellos mismos y les recuerdo que no soy eterna, pero nadie se interesa por continuar la tradición».
Me temo que las técnicas a las que nos referimos no tienen tutoriales en YouTube ni sale nada en el buscador de Google y lamentablemente será una gran perdida si finalmente desaparecen. En nuestras manos está.
Enhorabuena a los premiados.