El Ajuntament d'Eivissa vuelve a hacer de las suyas. El consistorio que preside Rafa Ruiz ha contratado a dedo a la secretaria general de las Juventudes Socialistas de Ibiza a través de una empresa. El Soib no daría trabajo a la mitad de militantes del PSOE que Vila, pero ya se sabe que lo mejor para que no te falte trabajo ni ingresos en Ibiza es tener el carné del PSOE. Es incluso mucho mejor que estar inscrito como demandante de empleo en el Servei d'Ocupació de les Illes Balears.
Para evitar la acusación de clientelismo, que es la acusación favorita que los hipócritas dirigentes socialistas ibicencos hacen al presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Marí, nada más fácil que privatizar el puesto, maniobra típicamente ultraliberal que los socialistas practican a la perfección y muy habitualmente porque, además, les permite favorecer a las empresas de otros afiliados al PSOE, muy comúnmente familiares de esos hipócritas dirigentes socialistas ibicencos a los que me refería; para evitar la acusación, decía, la secretaria general de las Juventudes Socialistas de Ibiza, una tal Azahara Penya, se defiende diciendo que a ella no la ha contratado el ajuntament de Rafa Ruiz, sino una empresa en un proceso de selección abierto.
Esta muchacha tan estudiada y tan lista, comete el error de creer que el resto de ciudadanos son imbéciles. Asco Formación, perdón, Nascor Formación, la ha contratado a ella del mismo modo que Citelum Ibérica, empresa concesionaria del alumbrado público, contrató al exconcejal de Hacienda, Alfonso Molina. Azahara sabe que educadores sociales en el paro hay a patadas en Baleares, mucho más sin experiencia como es su caso, lamentablemente, pero la contratan a ella porque así están a bien con el PSOE ibicenco y con Rafa Ruiz, que es quien manda en el Ajuntament d'Eivissa.
Esta institución lleva años convertida en una ciénaga apestosa, gracias a los socialistas ibicencos, que no se esfuerzan lo más mínimo en disimular, convencidos de que sus desmanes, esencialmente corruptos, no trascenderán a la opinión pública. Pero gracias al periodismo que practica impecablemente Periódico de Ibiza y Formentera, trascienden. Y es por ello que los socialistas profesan a este medio, a la TEF y al Grupo Prensa Pitiusa, este odio africano, tan suyo, con el que pretenden amedrentar a todo el que se atreva a dar a conocer lo que ellos esconden deliberada y corruptamente.
Campaña de persecución
Ahora, desde la Federació Socialista d'Eivissa (FSE-PSOE), se denuncia una nueva campaña de persecución y ataque personal contra los socialistas. Pero en la información publicada el sábado sobre la jefa de sus cachorros a medio cocer, no hay la menor falsedad. Todo es cierto y real. Realmente apestoso, sucio, grasiento y hediondo como lo son los gases que emana cualquier proceso de putrefacción.
El PSOE ibicenco siempre reacciona del mismo modo cuando se corre el velo de sus maniobras, difamando al medio que osa hacerlo, acusándolo de mentir, pero sin probar dónde está la incorrección y mucho menos, sin acudir a la Justicia para acabar con la supuesta injuria o la presunta calumnia. Sencillamente porque nada hay de falso y creen que con un hilo en tuit anularán la información que este periódico avienta tan acertada y oportunamente. ¡Qué ilusos!
La líder de Nuevas Degeneraciones Socialistas, Azahara Penya, acusa en Twitter a este periódico de pretender «amedrentar a personas como yo para que no expresen sus ideas, para que no las defienda y para que no se comprometan políticamente». Chica, tú haz lo que te dé la gana, como vienes haciendo hasta ahora, con total libertad. Pero no trates de colar un caso de enchufismo que te beneficia, el enésimo en el ayuntamiento socialista de Vila, como un acto heroico de resistencia numantina. Tú sabes bien por lo que te han contratado y en justicia hay que reconocer que ya te tocaba recoger el premio de tantos tuits y tanta agitación propagandística en las redes sociales. Tu hooliganismo al fin tiene su recompensa, que no siempre ibas a trabajar gratis para el partido. Te lo mereces, Azahara. ¡Enhorabuena!