Cuando asumí la cartera de Medio Ambiente en el ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia lo hice con todo el ánimo pero también con todas las consecuencias.
Llevar Medio Ambiente en un municipio pequeño significa lidiar con la recogida de basura, que es todo menos fácil, y con la limpieza viaria que es lo mas ingrato que he experimentado hasta ahora. Pero estoy dispuesta a seguir en la próxima legislatura, si nuestros vecinos y vecinas así lo deciden. Estoy dispuesta a seguir luchando por estas dos áreas tan maravillosas como desagradecidas. Pero lo principal de mi lucha en la concejalía de Medio Ambiente ha sido convencer a mis compañeros de gobierno y de camino de la emergencia climática que sufre nuestra casa, nuestro planeta. El primer paso fue declarar en el pleno la emergencia climática. Un logro unánime, pensando que contamos con una concejala de Vox, que en su partido siguen negando que haya un cambio climático producido por la mano de la humanidad. Supongo que habré sido tan convincente que hasta ella –la concejala de Vox– se sintiese aludida para querer dejarle a su hijo un planeta habitable. Me alegro por su hijo, porque estoy segura que después de este voto le han recriminado desde su partido.
Y hemos llevado a cabo muchas iniciativas para mitigar y adaptarnos a la era que nos tocará vivir. Entre mejoras en energías renovables, a mejorar la movilidad sostenible, pasando por cosas quizás menos llamativas pero tan necesarias como generar energías limpias: la reducción de plásticos de un solo uso por parte del Ayuntamiento y muchas cosas más.
Llevamos muchos años siendo advertidos por parte de los científicos que nuestros recursos son limitados y el crecimiento a esta escala es absolutamente insostenible. Nos llevan advirtiendo desde hace décadas de que debemos bajar el consumo de recursos, que debemos cambiar de hábitos…, pero solo nos hemos sentido aludidos los humanos de a pie, los que en realidad menos contaminamos. ¡Es hora de exigirles a los grandes contaminantes que paren! Es hora que nos pongamos de acuerdo de que nadie sobrevivirá en un planeta que ya no será apto para la vida humana si esto continúa y no ponemos freno. Es necesario que los humanos les hagamos entender a los que se sienten superiores, que nada se llevarán a su tumba. Que es una cuestión de arrimar el hombro. Es hora de decirle a Elon Musk que sus 11 minutos de gloria en una nave espacial contaminan lo mismo que una persona durante toda su vida y esperar que capte el mensaje. Es necesario que todos y todas nos hagamos oír a lo largo y ancho del planeta. Es importante que nos demos cuenta que la madre tierra no nos necesita. Es importante que todos y todas interioricemos que es nuestra supervivencia la que está en juego. Nunca habíamos vivido un verano como este, estamos a mediados de noviembre y parece que empezamos a atisbar algo de frío por las noches o a primera hora de la mañana… escandaloso. Además también seguimos con las olas de calor que se han sucedido desde el 15 de mayo y apenas hemos tenido un respiro. Le debemos a nuestros hijos que velemos por su futuro, que les dejemos un hogar donde seguir desarrollando su vida. La Tierra no es nuestra, solo nos la han prestado.