Cuando alguien deja este mundo es un topicazo aquello de «Siempre se van los mejores», pero en el caso de Tere Costa es una verdad como un templo. Teresa Costa Castelló, na Tere de Can Pep ,Teresa nos ha dejado este fin de semana con tan solo cuarenta y ocho años y después de haber luchado y sufrido un maldito cáncer en los últimos cinco.
Alguna ley divina debería prohibir que alguien deje este mundo a esa edad, pero especialmente si se trata de un ángel en la tierra. Tere fue fundadora de Formenterers Solidaris, una ONG que nació para dar apoyo a proyectos de cooperación en el tercer mundo, pero que ha acabado atendiendo a las familias necesitadas de Formentera y con un trabajo ingente a la vez que impecable en la crisis social, provocada por la pandemia.Centenares de familias pudieron soportar mejor, los meses más duros de un tiempo muy incierto, en el que la temporada no empezaba y los ingresos se habían acabado. La coordinación de la ONG con los servicios sociales y la enorme colaboración ciudadana y empresarial de la isla volvieron a demostrar que Formentera cuando va a una es invencible. Y detrás de todo ello estaba Tere y su extraordinario equipo de voluntarios.
También la recordamos en su etapa como directora de la vieja escuela de Sant Ferran, donde estuvo hasta que enfermó, luchando por conseguir el nuevo centro que hoy es una realidad y por una oferta educativa pública de calidad. Tere fue también una gran deportista, cinturón negro, segundo dan de judo, estaba implicada en la conservación del ball pagès, formando parte de la directiva de la colla dels Pastorells, de la que fue una gran bailarina. También recordaremos su faceta artística, prestando su voz a un buen grupo de versiones, a la orquesta latina La 22 y en los coros de la iglesia y de la escuela municipal de música.