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Se nos acabó la paciencia

Imagen de la fachada del hospital Can Misses. | Archivo

| Ibiza |

Cuán pacientes somos los ibicencos! Pero cuando ya estamos hartos, decimos basta.
Se nos hizo un mastodóntico edificio de gran hospital Can Misses; con mucho menos hubiese sido suficiente si se hubiese escuchado a los profesionales de la sanidad, pero… no se tuvieron en cuenta y ahora pasa lo que ellos dijeron que pasaría.

Desde el primer momento de su inauguración empezaron los problemas: que si las moscas dejaron la hibernación y se plantaron en los quirófanos, que había una sala de terapeuta ocupacional sin terapeuta, que si no era necesario el ascensor que comunica el aparcamiento con la entrada principal, que si el parquin era el más caro de España y ahora que es gratuito no puede aparcar quien debiera, que no se tuvo presente que había enfermos de cáncer que necesitaban el drenaje linfático, que la construcción se realizó encima de un torrente y a las primeras lluvias las aguas bajaban generosas por las escaleras, que se han tenido que imponer sanciones a la concesionaria por los incumplimientos y por defectos en las instalaciones o por servicios prestados sin la calidad requerida, que si bien había un cartel indicador en la entrada principal donde se podía leer ‘radioterapia' ni la había ni se la esperaba como se demostró cuando la instalación del imán que se tuvo que tirar un tabique de la fachada y un largo etc. Y de aquellos polvos estos lodos:

• Espera en operaciones y en urgencias. Las listas de espera con un especialista son de 11.000 impacientes y una demora de 71 días y de estos pacientes muchos son de cardiología.

• Una gran cantidad de traslados.

• Servicios externalizados.

• Problemas con la contratación de profesionales de la Sanidad.

• La plantilla fija que tenemos ahora es de un solo oncólogo para 151.000 habitantes. Somos noticia mundial y no es de recibo que se defienda que con los oncólogos que vienen de Mallorca se puede garantizar un buen servicio. Dicen no encontrar profesionales que quieran venir a la isla. Pongan encima de la mesa lo que se tiene que poner y verán si los encuentran. Los profesionales tienen que sentirse motivados y, para ello, es necesario tener unas buenas condiciones laborales. La doctora Alicia Quilez deja Can Misses a partir de enero y la baja de la otra doctora Iglesias por dos meses nos deja bajo mínimos. El jefe de Oncología de Can Misses Carlos Rodríguez Franco y cinco doctores que se desplazarán desde Mallorca cada semana. A esto le llamamos desvestir un santo para vestir otro. Si vienen desde Son Espases significa que allí no los necesitan, de lo contrario nos los iban a mandar…

• Faltan médicos en Cardiología, (de cuatro especialistas, dos han solicitado el traslado a otra Comunidad y una espera la jubilación), Neumología, Anestesiología...

• Demora en el resultado de las pruebas.

• Pacientes atendidos telefónicamente, menos mal los que tienen videoconferencia.

• Mención aparte merece lo del drenaje linfático. Una profesional en unas instalaciones dignas de ver.
Eivissa necesita una estabilidad sanitaria y para ello es necesario que todas las entidades vayamos unidas: sindicatos, asociaciones, pacientes, familiares. Esta sanidad no puede esperar más.

Las quejas en atención al Paciente no han servido para nada, ni las firmas, que se han entregado por miles, ni las denuncias en los juzgados, que tardan años en solucionarse. Todo ha quedado en saco roto. Nos queda por hacer una manifestación mostrando que estamos descontentos. Los pacientes necesitan soluciones y no a largo plazo. Si no se buscan soluciones, la enfermedad no entiende de demoras y el desasosiego. La inquietud, la intranquilidad, la ansiedad, el malestar y la preocupación, hacen que nos sintamos cada vez peor.

Si la Conselleria balear de Salud tuviese las plantillas cubiertas y para ello es necesario que los presupuestos para fidelizar a los profesionales con incentivos económicos y condiciones de trabajo sean suficientes, no sería necesario derivar a los hospitales privados excepto casos muy justificados. Si cada vez se derivan más pacientes a la privada va en detrimento de la sanidad pública. ¿Podrían cuantificarnos económicamente cuánto han derivado para la externalización? 2.740 pacientes de abril a octubre ¡Tiene tela!

Si para reducir las listas de espera se manda a la privada, esto no tiene ninguna justificación; esto es un parche y con la sanidad no se puede jugar.

Es, como mínimo, bochornoso que tengan que ser los particulares a través de asociaciones los que trabajen para ayudar a los pacientes y familiares para sustituir a la Conselleria balear de Salud. Lo que estas asociaciones con todo su esfuerzo puedan conseguir no es sino calderilla para la Conselleria balear de Salud. ¿No pagamos suficientes impuestos como para tener que duplicar el pago con las asociaciones? Déjense de subvencionar chorradas y pongan en sanidad lo que se necesita. No nos mareen con números, sustituciones, contrataciones, altas y bajas. En Sanidad se necesita aprovechar el tiempo y los medios y no estar dilatando como lo hacen.

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