En poco más de un mes los ciudadanos estamos convocados a las urnas para ejercer nuestro derecho democrático del voto. Entiendo la democracia como un sistema político en el que la autoridad se ejerce a través del sufragio universal, la participación ciudadana y el respeto a los derechos individuales y colectivos.
Aunque los niños no tienen derecho a voto, la educación en valores democráticos es esencial para formar ciudadanos conscientes y responsables en el futuro. Es importante que se les enseñe sobre la democracia desde una edad temprana para que puedan comprender los valores y principios que sustentan este sistema de derechos y deberes.
Los niños pueden aprender sobre la democracia y sus valores a través de actividades en el hogar, la escuela y la comunidad. Educar en el respeto a las opiniones de los demás, en el diálogo, la negociación, la tolerancia entre otros aspectos, serán necesarios para establecer valores democráticos.
Al mismo tiempo, es necesario que los jóvenes aprendan sobre la igualdad, la libertad y la justicia, así como el respeto por los derechos universales. Para ello, es imprescindible que los niños tengan oportunidades para expresarse y ser escuchados. Esto puede ser fomentado a través de la educación cívica y la participación en actividades comunitarias que promuevan estos valores.
Favorecer que los menores tengan la oportunidad de participar en actividades que fomenten su colaboración y toma de decisiones, como en la escuela, clubes o asociaciones juveniles, les permitirá aprender sobre el proceso democrático y cómo funciona, así como desarrollar habilidades de liderazgo y colaboración.
Es esencial educar a los niños en valores democráticos para formar ciudadanos responsables y comprometidos en el futuro. La educación en democracia debe ser una tarea constante y compartida por padres, educadores y toda la sociedad. Educar en el pensamiento crítico, para que aprendan a cuestionar las decisiones y políticas del gobierno, también a participar en el debate democrático. Los niños deben ser enseñados a respetar las leyes y las instituciones democráticas, pero al mismo tiempo deben ser capaces de identificar y denunciar las injusticias para emprender cambios positivos.
El domingo 28 de mayo tenemos la oportunidad para pedir a nuestros hijos, nietos o sobrinos que nos acompañen a votar, de concienciarles sobre la importancia de participar en la fiesta de la democracia y de transmitir el sentido de formar parte activa de una sociedad democrática, plural, diversa y libre.
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