Prolifera sobre todo en medios de habla inglesa la expresión turbo cáncer para definir los tumores que atacan a gente joven y se desarrollan con una agresividad y a una velocidad inusitada, provocando la muerte en apenas unos días o semanas. La cuestión es aterradora, no sé hasta qué punto refleja una realidad o no es más que otra de esas leyendas urbanas que surgen cada tanto para mantenernos bien atados al miedo. Me inclino más por lo segundo, ya que a menudo detrás de este argot asoman la nariz hordas de conspiranoicos que achacan la aparición de estas enfermedades fulminantes a los efectos indeseados de la vacunación contra la COVID. Cierto es que aquellas vacunas se hicieron a todo correr y quién sabe con cuántas garantías, dada la urgencia de la situación. Y cierto también que a buen seguro no conoceremos a fondo sus efectos secundarios reales hasta pasados varios años. Por eso tiendo a desconfiar de quienes atribuyen cualquier maldad del mundo a la vacunación masiva. Y menos si tras la cortina se esconden teorías del tipo «quieren exterminar a la raza humana» y sitúan a villanos ultramalvados, todopoderosos y archimillonarios manejando los hilos. Igual peco de ingenua, pero si verdaderamente hubiera un grupito de ultrarricos deseando matar a buena parte de la población planetaria no creo que escogieran a personas jóvenes y saludables del primer mundo que son, precisamente, quienes sostienen la alocada economía de consumo actual. Que a los gurús de las vacunas se les fuera un poco la mano ya me cuadra más. Porque en aquel momento de confusión, ganas de ganar muchísimo dinero y millones de personas dispuestas a hacer de conejillo de Indias, bien pudo pasar cualquier cosa.
Lo más visto
Desokupa pide un «escarmiento público legal» para la presunta estafadora de alquileres en Ibiza
Un barco de más de 15 metros desata la inquietud entre los amarristas del antiguo Club Náutico Ibiza
Ibiza fideliza a las auxiliares de enfermería con un plus de 2.352 euros y a los técnicos superiores con 3.360 euros
Santa Eulària ya tiene el permiso del juez para inspeccionar el asentamiento de Can Negre