Un coche atropella mortalmente a un ciclista y el conductor se da a la fuga. Ha vuelto a suceder en Ibiza y a muchos no nos ha extrañado. Los cientos de aficionados al ciclismo que vivimos en la isla sentimos un inmenso dolor en estos momentos. Hace apenas veinticuatro horas nuestro compañero de pasión estaba vivo. Ahora nos tragamos la rabia asumiendo, poco a poco, que no volveremos a cruzarnos con Bernat por la carretera, que nunca volveremos a verlo sonreír en la línea de meta. Pero lo realmente triste es asumir que sabíamos que, tarde o temprano, la pesadilla volvería a repetirse. A pocos quilómetros de la curva de Benimussa donde terminó ayer la vida de Bernat Ribas, otro todoterreno golpeó a Christian y arrolló a Dani, matándolo. Era la primavera de 2017 y, aunque la muerte de Daniel Viñals supuso una movilización sin precedentes entre los ciclistas y la sociedad de Ibiza, la situación ha empeorado muchísimo en nuestras carreteras. Especialmente durante los meses de verano. Los vehículos a motor han aumentado sin freno y el civismo ha disminuido aceleradamente.
Si en los seis años que van de una muerte a otra no ha habido más víctimas entre los ciclistas locales es fruto del azar. Decenas son los deportistas que han sufrido un susto o un accidente en las carreteras principales. Como nos recuerda el trágico suceso de ayer, ya ni siquiera puede una bicicleta circular con seguridad en los caminos rurales, donde el tráfico es menor y las características de la vía exigen, además, moderar muchísimo la velocidad. Incidentes, de menores o mayores consecuencias físicas y psíquicas, que se producen por culpa de una imprudencia causada por un vehículo a motor. Más de una vez, los conductores tampoco se pararon a auxiliarles. El problema no solamente nos afecta a los que damos pedales. Peatones de todas las edades, conductores que respetan las normas y siempre dan 0,0, o los menores que viajan con sus padres en el coche, como ocurrió el pasado abril en aquella colisión frontal en Santa Gertrudis que acabó con la vida de una mujer y causó graves heridas a su hija de seis años (causada una vez más por una imprudente que conducía bajo el efecto del alcohol y las drogas).
Cualquiera puede morir por la imprudencia de unos pocos que se creen impunes y todopoderosos cuando se sientan al volante. Bernat es la séptima persona que muere en Ibiza por un accidente de tráfico en lo que va de año. En todo 2022 solamente fueron cinco. Algo estaremos haciendo mal si llevamos una progresión inquietante: si no afloja el ritmo podemos acercarnos a las cifras de 2017: en aquel nefasto año, además de Dani, la carretera se cobró otras dieciséis víctimas. Como ocurrió entonces, el ciclismo insular va a pedir justicia, decencia y, sobre todo, seguridad vial. No podemos abandonar en estos momentos a nuestros amigos del Master Team, uno de los equipos que más han hecho en la isla por promocionar el deporte al aire libre y los hábitos de vida saludables. Bernat ha sido uno de los corredores más conocidos de ese club después de enfundarse su maillot cientos de veces en vueltas, clásicas, pruebas de BTT, trails de montaña, duatlones o triatlones. Desde Ibiza Sport y el Club Ciclista San Antonio recordaremos a nuestro amigo en la próxima Vuelta Cicloturista a Ibiza, pero lo que ha ocurrido no puede quedarse en unos cuantos homenajes. Hay que dejar trabajar a los cuerpos y fuerzas del estado, para que esclarezcan lo que ocurrió ayer, encuentren al presunto autor del atropello y lo juzguen. Sin embargo, vuelve a ser necesario reivindicar algo fundamental: las condenas por causar este tipo de sucesos deberían ser mucho más duras. Los accidentes son inevitables, pero la fuga y omisión de socorro tendrían que suponer penas más duras, incluso, que ir drogado o bebido.
Lo que también debemos hacer los deportistas, como parte esencial de la sociedad ibicenca, es instar a los cargos públicos que gestionan nuestras instituciones para que ataquen la raíz de esta lacra: es necesario abrir de una vez por todas el melón de la falta de seguridad vial en las carreteras ibicencas.
Dialogar, debatir, consensuar, apostar más que nunca por carriles bici y arcenes anchos, limpios y libres de guillotinas camufladas de guardarraíl. Nunca será tarde para aplicar medidas con contundencia y valentía. Ayer le tocó a Bernat, mañana podrías ser tú.
*Juan José Planells Saez - Presidente del Club Ciclista San Antonio