El sector del ocio nocturno en Formentera ha creado una asociación con la que defender sus derechos. Es una buena noticia que este ramo se organice, teniendo en cuenta que hace un par de años, la oferta nocturna era prácticamente inexistente y el único establecimiento que abría hasta las 4 de la madrugada acabó cerrando el tramo noctambulo por culpa de la masificación y la poca educación de algunos clientes que hacían que cada noche hubiese altercados en el local.
Formentera tiene una pobre oferta noctambula y muy focalizada en locales pensados para jóvenes en es Pujols. El público de mayor poder adquisitivo que busca un espacio tranquilo en el que rematar la cena o incluso un espectáculo, no tiene adónde ir.
No es de extrañar que este sector esté poco explotado, teniendo en cuenta que el gobierno insular de los últimos años ha ido poniendo palos a las ruedas a los que pretendían apostar por el ocio nocturno, con alguna sospechosa excepción, que siempre las hay.
Una isla como la nuestra debe cubrir con categoría la oferta para ese tipo de público. Confío que la nueva asociación contribuya a poner el sector al mismo nivel que se ha conseguido con la oferta gastronómica de la isla.
Por otra parte la administración debe también participar en facilitar una oferta de calidad, organizada y regulada que añada un nuevo atractivo a los muchos que ya tiene la isla.
Que nadie se asuste, pensando que Formentera se va a llenar ahora de delegaciones de Amnesia o DC-10. Lo que entendemos que buscan los socios de la nueva ABRO (Asociación de Bares, Restaurantes y Ocio nocturno) son propuestas de establecimientos en los que acabar la noche, en una saludable convivencia con el turismo familiar y respetuosas con el descanso de los demás.