No llueve. El invierno que va quedando atrás ha sido el más caluroso en décadas y la pluviometría ha sido preocupantemente baja. 35 l/m² en Formentera y 29 en Ibiza.
El programa de observación de la Tierra de la Unión Europea Sentinel 2 ha puesto frente a nuestros ojos la drástica sequía que están sufriendo las Pitiusas.
La foto del satélite del pasado mes de febrero, comparada con la misma imagen de hace ahora un año, muestra un territorio mucho más árido y seco que ha perdido gran parte de su verdor.
El pasado 25 de enero, los termómetros de San Joan de Labritja llegaron a los 26,7 grados, algo insólito en invierno. El 60 % del consumo de agua en Ibiza y Formentera es urbano y la principal actividad es la turística. La temporada está a la vuelta de la esquina y todo apunta a que este año se volverán a pulverizar los récords de ocupación. Si los datos no mejoran, Ibiza deberá hacer cortes de agua y la calidad del agua del grifo será mucho peor.
El coordinador de proyectos de la Alianza del Agua, Juan Calvo, señalaba anoche en el espacio de entrevistas de la TEF TV la importancia de las campañas de concienciación para alertar de la situación de sequía a residentes y turistas. Y habló también de la necesidad de aprobar ordenanzas municipales de ahorro y reutilización del agua y considera necesaria la subida del precio del agua. Solo cuando nos afecte al bolsillo, empezaremos a ahorrar agua.
La Alianza propone también obligar e incentivar a los establecimientos turísticos a implementar nuevas tecnologías de ahorro y reciclaje del agua.
La gestión del agua precisa de un pacto entre todos los partidos políticos que garantice una hoja de ruta de largo recorrido y no circunscriba esta a una legislatura.
¡El agua es vida!