Hace ya muchos meses que en un artículo publicado en estas páginas califiqué a los miembros de Futuro Vegetal de «activistas de la autolesión». Andan sobrados de valor y osadía, pero esas cualidades, sin inteligencia, algo de lo que andan escasos como es de ver, no sirven de nada. Su audacia se transforma en inconsciencia porque, por mucho que su motivación sea loable, –algo en lo que no voy a entrar porque incluso eso podríamos discutir–, ir por la vida perpetrando actos ilegales a cara descubierta, grabándolos y difundiéndolos en las redes sociales, es de género idiota.
El pasado martes 6 de agosto, Futuro Vegetal lanzó un comunicado de prensa titulado: «Futuro Vegetal destroza la mansión ilegal de Messi en Ibiza». Dos miembros de la citada banda criminal, se dieron el gustazo de posar ante el chalé del astro argentino del Inter Miami CF con una pancarta en la que se podía leer: "Ayudemos al planeta - Cómase a los ricos - Abolir la policía". Este derroche de coraje, amén de ilegal, es de una esterilidad pasmosa.
Un empleado del futbolista denunció ante la Guardia Civil (esa policía que los activistas delincuentes animan a abolir) que habían sido víctimas de un delito de daños valorado en 50.000 euros. Curiosamente, Futuro Vegetal indicó que la cifra es altísima, por encima del coste real. Dicen que la pintura utilizada en el acto vandálico se disuelve con agua a presión y que como mucho, habrá que frotar un poco. Yo diría que los que se van a tener que frotar el bolsillo son ellos. Y que la cifra me parece baja si tenemos en cuenta que ellos en su comunicado de prensa utilizaron el verbo «destrozar». «Futuro Vegetal destroza la mansión ilegal de Messi en Ibiza», dijeron. Ahora resulta que el destrozo no es tal y que si acaso, quienes acabarán destrozados económicamente serán ellos. Haberlo pensado antes, ¡listos!
Al domingo siguiente, desde Extinction Rebellion, entidad criminal hermanda con Futuro Negro, perdón, quiero decir Futuro Vegetal, difundían una carta abierta a Lionel Messi: «Quieras o no, tu estilo de vida repleto de excesos: de mansiones vacías, jets, yates y de consumo desmesurado, contribuye de forma inmesurada a una crisis inminente. Te invitamos a evaluar si tu estilo de vida es coherente con tus valores morales y sociales. Te invitamos a reconocer el daño que representa este estilo de vida. Te invitamos a reconocer el peligro que representa que tus seguidores aspiren a un estilo de vida predador. Quieras o no, formas parte del problema. Te instamos a ser parte de la solución. (…) Y en vez de exigirlos (sic) a los activistas 50.000 euros de daños por haber teñido con pintura lavable la fachada de tu mansión (por cierto no del todo «legal»), ¿por qué no donar este dinero a la lucha por un planeta habitable para todos?».
Yo los 50.000 euros se los pondría de multa por las faltas de ortografía en sus comunicados. Una cosa es que sean delincuentes comunes y otra cosa es que perpetren sistemáticamente atentados contra la lengua española con pasmosa impunidad y demostrando su analfabetismo funcional.
Estos linces que pretenden concienciar a la población por la emergencia climática y coaccionar a los gobiernos a base de dañar propiedades ajenas –ya acumulan daños superiores al medio millón de euros en más de 65 actos delictivos cometidos por todo el país y muchos de ellos en Ibiza–, son auténticos suicidas que acabarán arruinados de por vida. Si a ellos les da igual, imagínense a nosotros.
Una semana después de «destrozar» la mansión de Messi en Ibiza, por utilizar la misma terminología con la que se pavonean en su infame nota de prensa que un niño de parvulario redactaría muchísimo mejor y con menos faltas ortográficas, Futuro Vegetal informó que dos miembros del grupo criminal habían sido multados por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) con 90.001 euros cada uno, por haber accedido a la zona de operaciones del aeropuerto de Madrid-Barajas el día 21 de julio del año 2023 con una pancarta en la que se podía leer: «El pueblo unido funciona sin partido». ¿No son enternecedores?
A su juicio, el responsable de todo es el PSOE. «El gobierno de Pedro Sánchez sigue con las mismas políticas climáticas que sus predecesores: regar con dinero público a las corporaciones cárnicas y energéticas mientras intentan callar las protestas usando la violencia institucional». Ya ven que en Futuro Vegetal vida inteligente hay poca. Ninguna, diría yo.