Si alguien ha recibido un buen regalo de Navidad ese es Vicent Marí. El juez que instruye el caso La vida Islados le ha absuelto no sin antes dar un buen tirón de orejas a la acusación (el PSOE y a la interventora). Su Señoría ha concluido que no hay indicios de comportamiento reprochable alguno por parte de Vicent Marí tanto en la contratación de emergencia avalada por todos los técnicos (menos por la interventora) como en su relación con la misma. No ha habido hostigamiento ni irregularidad.
Al PSOE se le ha caído lo poco que tenían para hacer oposición y Marian Tur Díaz se queda sin excusas. A pesar de haber grabado durante 4 años al presidente, a varios consellers e incluso a sus propios compañeros, lo único que ha trascendido para el juez es que el tono de Vicent Marí fue siempre «cercano y razonable».
El auto espeta a la acusación que no hay relevancia penal en ninguno de los hechos y que se tendrían que haber dirigido al orden contencioso-administrativo y al civil, algo que ni el PSOE ni la interventora han hecho, lo cual prueba que su única intención era sentar a Vicent Marí en el banquillo. Pretendían conseguir en los juzgados lo que no son capaces de conseguir en las urnas. Se van calentitos para casa y le regalan a su rival la Navidad más dulce que podía haber esperado.
Este auto también se lo podría leer Alberto Núñez Feijóo, que vino a Ibiza a hacer campaña pero no se quiso ni acercar al mayor activo electoral que tiene el PP de Ibiza: Vicent Marí. Ahora le debe una disculpa y una felicitación.
La incógnita que se abre ahora es si este sobreseimiento da alas al de Santa Eulalia para encabezar por tercera vez consecutiva el cartel electoral del PP al Consell o dejará paso a una sucesión incierta. La commedia è finita, molts anys i bons!