Hay PP para rato en Ibiza

El debate de política general celebrado ayer en el Consell de Ibiza evidenció que hay PP para rato en la isla. Y no solo por la gestión —mejorable en algunos frentes, pero indiscutiblemente solvente— del equipo del presidente Vicent Marí, sino porque enfrente no hay oposición. La portavoz socialista, Elena López, es el ejemplo perfecto. En lugar de ejercer una crítica seria, constructiva y rigurosa, se ha instalado en un populismo de saldo, plagado de tópicos, lugares comunes —aunque intransitables— y una visión rancia de la política. Su intervención en el pleno fue el manual perfecto de lo que no debe hacer un líder de la oposición: atacar por sistema, sin propuestas, apelando a un catastrofismo impostado. Se lamenta de que Ibiza es la isla del lujo y las chabolas. Con ellos gobernando seríamos sólo la isla de las chabolas, de eso no cabe duda. Elena es la alumna aventajada del exalcalde Rafa Ruiz, pero con su actitud y su discurso, empieza a parecerse mucho al maestro, con el hándicap de que puede acabar siendo la alumna avejentada del socialismo más demodé. López no se ha liberado del lastre de haber sido la sombra obediente de Rafa Ruiz, ese socialista que dejó Ibiza como un solar político para su partido. Y así sigue, jugando a ser alternativa sin serlo, repitiendo el argumentario oxidado del ‘todo mal’ mientras el Consell sigue funcionando, gestionando y tomando decisiones importantes para la isla. El PP gobierna con solvencia porque la oposición se lo pone en bandeja. Si la alternativa es el socialismo de la frase hecha, el victimismo facilón y la crítica mezquina, la conclusión es clara: hay PP para rato en Ibiza. Y eso gracias, en buena medida, a Elena López, que parece decidida a ser la mejor aliada —involuntaria, claro— del gobierno de Vicent Marí. Debería hacerla consellera y subirle el sueldo, en agradecimiento.