Baleares no tiene importancia. Esta es una reflexión que tenemos asumida en Baleares y que estos días se ha vuelto a reafirmar.
El portavoz de Frontex, Chris Borowsky, negó este pasado miércoles al programa Al Día, de IB3, que Frontex esté desplegado en las Islas y aseguró que «hasta ahora no hemos recibido esta petición de España». El delegado del Gobierno, Alfonso Rodríguez, había asegurado previamente en el Senado que sí.
Rodríguez guardó silencio el 22 de octubre, pero ante la sacudida del PP, que pide su dimisión, ayer compareció en rueda de prensa para defenderse. «No he mentido nunca». En este sentido, aseguró que Interior solicitó en noviembre de 2024 vigilancia aérea sobre el Archipiélago balear y garantizó que está operativo desde el pasado febrero.
Al margen de quien está faltando a la verdad, lo que es evidente es que estas medidas no están funcionando. ¿Por qué el Gobierno de España no ha adoptado otras? ¿Por qué no ha pedido explicaciones a Frontex?
Lejos de esto, ni siquiera se reconoce el problema que tiene Baleares, pese a que la llegada de pateras se ha disparado un 75 %, mientras que en el conjunto de España se ha reducido un 35,9 %.
Hace semanas que ya se han contabilizado más migrantes llegados en pateras a las Islas que durante todo 2024.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, debería llevar este asunto a la Unión Europea; es más relevante que la expulsión de Israel de Eurovisión o la eliminación del cambio de hora.
El líder socialista ha recuperado su agenda internacional y este jueves exigido a la Unión Europea medidas para frenar la compra de vivienda no residencial. Ojalá el próximo tema que ponga sobre la mesa sea la inmigración irregular.