Los autónomos somos el colectivo más perseguido del país. Mientras se nos exige ser el motor económico del país, se nos trata como un recurso inagotable. La presión fiscal nos asfixia: cuotas altas incluso en meses sin ingresos o estando de baja, adelantos de IVA no cobrado y una maraña tributaria imposible de cumplir. A ello se suma una burocracia que obliga a dedicar horas improductivas a tramitar permisos, declarar modelos redundantes y navegar por plataformas administrativas del tercer mundo.
Mientras tanto, el gasto público se destina a observatorios que observan poco, ministerios de utilidad dudosa, redes de asesores que se multiplican y estructuras funcionarialmente hipertrofiadas que absorben recursos sin aportar eficiencia real. El resultado es claro: cada vez hay más ‘chiringuitos’ sostenidos por menos autónomos y pequeños empresarios, quienes cargan con un esfuerzo fiscal que no se traduce en mejores servicios. Ya no cuela el mantra de que esos recursos van para «sanidad y educación».
Las soluciones no requieren magia, sino voluntad política: cuota de autónomos proporcional a ingresos reales, simplificación radical de trámites, moratorias fiscales automáticas en periodos sin facturación, eliminación de duplicidades administrativas y supresión de institutos y observatorios que devoran el gasto público. Además, un IVA de caja real y exento en los primeros 85.000€ (como en el resto de Europa) y una reducción de retenciones durante los primeros años aliviarían el riesgo inicial.
Si no se invierte la tendencia, España seguirá expulsando talento emprendedor mientras engorda estructuras que viven de quienes producen. Un país que criminaliza a quienes generan riqueza acaba empobreciéndose, devorado por el déficit y la deuda.
¿Me gustaría saber qué % de autónomos o categorías no cobran al contado para que este señor se permita decir que pagan iva no cobrado? Y en su caso ¿declararían todos los ingresos o seguiriamos con el "con factura o sin factura"?