Con los resultados del mes de mayo parece evidente que el votante de derechas se confió y no acudió a votar este pasado domingo. Vio tan clara la victoria que optó por quedarse en casa o marcharse a la playa, mientras que los partidos de izquierdas supieron, a través del discurso del miedo, reactivar a sus votantes. El gran error de PP y Vox fue creer que estaba todo ganado, dar por buenas las encuestas, y la confianza suele ser muy perjudicial en unas elecciones. Aunque el PP fue la fuerza más votada en todos los municipios, los resultados fueron peores que en mayo.
Armengol vende como una gran victoria haber quedado como segunda fuerza política
Desde la noche electoral la líder socialista por Balears, Francina Armengol, está eufórica. Habla de un resultado histórico, de haber frenado a la derecha, al fascismo, pero la realidad, y los datos, son muy claros. El PSOE fue el segundo partido más votado y si se extrapolan los resultados del domingo en unas autonómicas la derecha seguiría teniendo mayoría. Seguramente Armengol esperaba una hecatombe que no se produjo, pero la realidad es que, hoy por hoy, el PSOE está muy lejos del PP y perdió en casi todos los municipios de Balears, aunque Armengol venda lo contrario.