La pequeña cafetería Pantastic, en el número 20 de la calle Castella de la ciudad de Ibiza, esconde un gran secreto. Uno de sus trabajadores, el barista italiano Federico Duronio, es campeón de España de lo que se conoce como Latteart o el arte de realizar dibujos en el café.
Nacido hace 35 años, en la localidad de L'Aquila, muy cerca de Roma, Duronio se ha convertido en un experto que convierte «cada café en una experiencia única». Comenzó hace ya muchos años a trabajar en un bar de su país, donde empezó a servir capuchinos con un toque especial hasta que lo convirtió en su pasión. Comenzó a formarse, realizó distintos cursos y actualmente es capaz de realizar figuras como corazones, espigas, rosetas, tulipas o animales como cisnes, cabras o caballos, dejando boquiabiertos a todos los clientes a los que sirve.
Sin embargo, este barista italiano que lleva cuatro años y medio viviendo en Ibiza, ha asegurado a Periódico de Ibiza y Formentera que todo forma parte de un proceso que va mucho más allá de realizar la propia figura directamente con la jarra, sin ningún tipo de instrumento ni ayuda externa, moviendo al mismo tiempo la jarra de la leche y la taza del café. «No solo es realizar el dibujo sino que hay que poner café de buena calidad y muy bien extraído, leche que no pase de 70 grados para no quemar sus propiedades y que no pierda su textura elástica y darle el aire correcto para que la espuma no sea pesada y si una crema».
Distintos niveles de dificultad
Una experiencia que le ha llevado a convertirse recientemente en campeón de España del nivel rojo de Latterart.
Según ha explicado el propio Duronio, en este mundo, al igual que en algunas artes marciales, los niveles se miden por colores – blanco, naranja, verde, rojo y negro – siendo los tres últimos los que compiten aumentando la complejidad de las figuras a realizar. Además, junto a los otros dos ganadores del nivel rojo, fue hasta Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos, donde se llevó a cabo el campeonato del mundo «en una experiencia que nunca olvidará por todo lo que aprendió».
Y es como asegura el barista de Pantastic con una gran sonrisa, «tomar café es una experiencia única que va mucho más allá de solo tomarlo para despertarnos, echar a andar o no dormirnos, ya que con ella podemos descubrir sabores, texturas y matices que nos llevan directamente a su país de origen».