El mercado de Sa Cooperativa de Sant Antoni ha acogido en la mañana del viernes la presentación de cuatro variedades tradicionales de lechuga de Ibiza como prueba piloto para su reintroducción en el campo pitiuso y para llevar a cabo una evaluación comercial.
Según ha explicado Josep Lluís Joan, técnico de promoción del Consell d'Eivissa, se trata del «lanzamiento de una cosa que teníamos de siempre pero que prácticamente se había perdido». Concretamente, se han recuperado cuatro variedades de este vegetal de las que tres son estrictamente de invierno y su característica principal es un gusto amargo.
Una de las variedades, la lechuga negra, «es muy conocida en el norte de la isla». Dos de ellas se encontraban únicamente en «un rinconcito de Sant Josep», concretamente en es Cubells, como son la azul y la cama roja. La última de las variedades recuperada, que fue la principal en la isla en los años 80 y 90 porque era muy demandada por los hoteles, es la lechuga blanca, de las que un productor podía cultivar hasta 600000 plantas al año. Esta variedad fue desplazada al entrar en la isla la variedad iceberg.
«Todas estas variedades estaban en un banco de semillas para conservarlas», ha explicado Josep Lluís Joan, pero la mejor forma de conservarlas «es buscarle un uso comercial».
Esta campaña estará cuatro semanas en marcha y, en función de cómo responda el sector, se verá de qué forma se continúa. Lo que está claro es que las variedades de invierno son complicadas para su comercialización en restaurantes, ya que «necesitan mucha constancia en la producción», ha explicado Joan. «Es más fácil esta comercialización en pequeñas tiendas», ha apuntado.
En este plan piloto «la producción ha sido más bien testimonial para que los profesionales valoren cómo ha ido el proceso».
Por su parte Francisco Ruiz, técnico del área rural de variedades locales del Grupo Leader, ha subrayado que durante cuatro años se ha hecho un ensayo agronómico de calendarización de estas variedades. «Básicamente se plantaban durante todas las épocas del año y se veía qué época era la mejor para trasplantarlas y cuál era la época en la que estaba más adaptadas al cultivo». Asimismo, se hizo un ensayo de selección. «Cada año se seleccionaban los ejemplares que tenían mejores características fenotípicas y se extraían semillas de estas lechugas».
Por el momento se han cedido semillas a 12 agricultores profesionales, pero están a disposición de todos aquellos que quieran cultivarlas.
La presentación ha acabado con la degustación de tres platos elaborados con estas variedades: una ensalada, un revuelto y un rollito con tortitas de trigo.