Bunyolada y matanza. Dos tradiciones «ancestrales» que siempre han ido de la mano en Ibiza. Los vecinos de la isla siempre han aprovechado esta arraigada matanza del cerdo para reunirse en familia y celebrar con estos dulces típicos de Ibiza este encuentro. Es el caso de varias familias de Sant Joan que, con la llegada del frío a la isla, comenzaron este rito rural tan celebrado en Ibiza.
Una fiesta tradicional que empieza con la salida del sol y continúa con esta gran bunyolada, que ya estaba preparada desde la noche anterior para recibir a los primeros invitados.
«Cuando empieza el frío es cuando comienzan los preparativos de la matanza en el campo», explicó un vecino de Ibiza haciendo hincapié en que todos los asistentes se encargan de llevar a cabo los preparativos antes de comenzar la matanza que, según este residente, «son muchos».
Entre estos trabajos resaltó la importancia de tener los cuchillos afilados y las ollas listas para la ocasión, pero sobre todo destacó la presencia de los bunyols en el evento, puesto que estos productos típicos son los protagonistas dulces de la jornada. En este sentido, explicó cómo se elaboraban estos dulces: «Se realizan con puré de patata, harina, agua y se fríen con aceite», apuntó este vecino resaltando que las familias ya han empezado con sus preparativos de la matanza, aunque no todas porque este rito se suele celebrar cuando el frío comienza a ser más intenso.
Es por eso que normalmente acontece a lo largo del mes de diciembre y se realiza a media mañana porque antes las familias reponen fuerzas también con pan y embutido, gerret en escabeche o «cocas con pimientos asados». En ocasiones, señalaron los vecinos, esta jornada festiva empieza con las primeras luces del día y acaba bien entrada la tarde.
Durante este tiempo, la familia y amigos no dejan de trabajar, pero también disfrutan a lo grande de la gastronomía ibicenca a la hora de elaborar sobrasadas, butifarras y butifarrones.