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Música que despierta emociones en el hospital Can Misses

El Área de Salud pitiusa recupera la iniciativa Plantagrama tras el parón covid, que consiste en ofrecer conciertos en directo para sobrellevar el día a día de los tratamientos o ingresos hospitalarios

El cuarteto de saxo Pitiüsax en el hospital Can Misses. | Maga López Arriazu

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Este jueves 7 de diciembre ha regresado al hospital Can Misses la iniciativa de humanización musical denominada Plantagrama, que tiene por objetivo aportar un momento de alegría a los pacientes que se encuentran en las plantas de hospitalización o tratamiento en las áreas de salud de Ibiza y Formentera.

Se trata de una iniciativa que es retomada después del parón que tuvo a raíz de la pandemia. Su primer comienzo fue en el año 2016, impulsado por la Unidad Seguridad del Paciente, cuyo encargado era el doctor Enrique Garcerán, hoy gerente del Área de Salud de Ibiza y Formentera. María Costa, que actualmente es la coordinadora de la Unidad de Mejora Continua y Seguridad del Paciente, fue quien este 2023 cogió el relevo para devolver a los pacientes ese momento cultural que tanto agradecen.

En palabras de María Costa, el principal objetivo de Plantagrama es «traer actividades culturales para romper un poco la monotonía dentro del ámbito hospitalario». Esta primera jornada comenzó a las 11.00 horas en el edificio C del Hospital Can Misses con el cuarteto de saxo Pitiüsax, formado por Annemi Lachenmair, Gonzalo García, Òscar Prat y Juan Prieto. Pasaron por las habitaciones de hemodiálisis y el Hospital de día Onco-hematológico, en las cuales había aproximadamente 15 y 30 pacientes respectivamente, para quienes interpretaron un repertorio de diferentes bandas sonoras de cine.

Los músicos entraron a las habitaciones, colocaron sus partituras y al desenfundar sus instrumentos comenzaron a tocarlos sin dilaciones. Algunos pacientes percibieron el ajetreo, pero los que estaban a lo suyo resultaron sorprendidos repentinamente por las primeras notas en directo. Las caras albergaban sentimientos que no podían esconder. Al principio era asombro o desconcierto y tras los primeros minutos florecían las sonrisas y se respiraba un ambiente de serenidad, gratitud y alegría.

José Torres es uno de los pacientes a los que le tomó por sorpresa ya que «estaba leyendo y pensaba que habían puesto la radio pero sonaba muy alto y bonito para eso». Para él, esta iniciativa ha supuesto una «sorpresa que no esperaba» que alegra y entretiene un poco su estancia, igual que cuando las enfermeras se disfrazan de payaso para sacarles sonrisas, según asegura. Miguel tacha la experiencia de «fabulosa». Es su primer día de tratamiento y ya puede ver de manera bien clara que «aquí nadie se aburre».

Para ellos, que están muchas veces en un proceso que no es fácil afrontar, esta acción supone una manera de romper con ese día a día. María Costa explicó a este medio que «ellos tienen que venir de manera periódica a recibir el tratamiento y el hecho de hacer estas actividades suponen romper esa monotonía, así como despertar algún tipo de emoción o sentimiento». Pues además, hay muchos estudios que a día de hoy aseguran que la música aporta muchos beneficios, tanto a nivel psicológico como fisiológico, y esto es «lo que transmiten los pacientes».

Una paciente, que prefiere no desvelar su identidad, se muestra como el claro ejemplo de los beneficios a los que Costa aludió. En este momento la paciente acude semanalmente al hospital, lo que lleva a esta luchadora a hallarse «más asustada y más sensible». Emocionada describe así este momento de música: «Es realmente emocionante porque la música siempre te transporta a un paisaje maravilloso; es que la música te hace siempre soñar, la música siempre es muy agradable. Y cada pieza para mi es un estímulo para sentirme mejor y acompañada con estos instrumentos que son un regalo. La música puede hacerte reír, bailar, soñar y despertarte cualquier emoción, depende de lo que escuches», apunta.

Desde el hospital aseguran que su deseo es que la periodicidad sea más o menos igual que la de antes, es decir, que cada dos o tres meses haya una o dos actuaciones, pero para ello «tendremos que contar con la generosidad de los artistas de las pitiusas», según destaca Costa, pues como ella ha recalcado, los artistas realizan las actuaciones de manera altruista.

Por Plantagrama desde sus inicios han pasado el pianista Santi Pérez y el violinista Ramsés Puente, IlDuo Optimus, el Grupo B-side, Carlos Vesperinas y Paula Martos del Duo de Arce, Los Canallas del Guateque, el duo del saxofonista Pere Prieto y la pianista Elvira Ramón, Alfredo Souza y Doralice Souza, Projecte Mut, Chris Martos, el Coro de voces de San Carlos, el Coro de Santa Cruz, La Década Prodigiosa, Nuria B. Walter, Somos Uno, el cantante Maxim Pashnik y la pianista Nicoleta Mirca, Isabel María Albaladejo y Encantades, Rebobinando, Los Frígolos, Mad Soul, Dr Trapero, Voicello, Saligardos, Wataru Kousaka & Devaganari , Pin-Up Sound, el Mago Albert , David Devanagari, el Mago Lucas, el Coro de Golspell de Joaquín Garli, Sentimiento Rociero, Antic Baláfia Ensemble, el Conservatorio Profesional de Música y Danza de Ibiza y Formentera Catalina Bufí, la soprano Lucía Herranz y Jordi Martí, Azahar López, el mago Paco Araque y Tales of Gloom y el trío de Jazz Musicaires.

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