Jordi Juan Carrascosa es un artista ibicenco polifacético que ayer inauguró una exposición de pintura japonesas en Ebusus, ubicado en el paseo de Vara de Rey de Vila.
Usa la técnica de dibujo monocromático japonesa llamada Sumi-e, que emplea tinta china, que es negra, muy líquida, con escala de grises y se emplea un pincel oriental específico hecho de pelo fino. Gracias a esta herramienta, Jordi se embarcó en este viaje artístico: «Me dio un día por empezar a dibujar, tenía unas acuarelas por ahí y medio de casualidad alguien me regaló un pincel de este tipo. Al ponerme a investigar un poco me pareció más sencillo que aprender a dibujar con muchos colores, es algo que al principio parece muy sencillo pero luego encuentras la complejidad y es mucho más interesante».
Jordi asegura que es una técnica «muy distinta» a lo que estamos acostumbrados a ver. Algo que tal vez le brinda «esa parte exótica, que atrae más todavía». Un pintura que se caracteriza por el poder que tiene su expresividad: «Con muy poco, con un solo trazo, puedes desarrollar muchas tonalidades, profundidad y movimiento, lo que da mucho contenido con muy poquito. Por eso yo intento hacer una pintura que no esté muy sobrecargada pero que tenga expresividad».
Su exposición está compuesta por 19 cuadros realizados en los últimos diez años, el tiempo que lleva perfeccionando esta técnica de manera ociosa. «Estos cuadros me han llevado mucho tiempo hacerlos, no es el tiempo, no es el tiempo que se emplea en hacer uno, sino el tiempo que empleas en llegar hasta ese sitio donde tú te sientes cómodo con lo que pintas, y lleva tiempo desarrollarlo. Pintarlo es otra cosa».
Además de pintar sumi-e, Jordi Juan lleva mucho tiempo haciendo collages con elementos naturales, lo que le dio pie a pasarse a la pintura y a explorar modalidades como la restauración de bicicletas o sillas de ruedas personalizadas para mascotas.