El musical de Nacho Cano «Ibiza Hippy Heaven», en el Teatro Pereyra, está teniendo tanto éxito que ya lo quieren en Las Vegas, Miami, Dubai y Sitges.
Yo fui invitado a la primera función. Y me acompañó la Duquesa Sylvia Serra di Cassano. Y posamos en la entrada junto a Lorena Giavalisco, esposa del productor Pino Sagliocco, al que mencionan en el musical, y a Belinda Alonso, ex de Ángel Nieto.
Me gustó tanto que ya he ido varias veces. Y siempre bailo, en la platea, al son de las muy buenas y conocidas canciones, que Nacho ha seleccionado para el musical, y que hacen que los asistentes se levanten de las mesas y se pongan todos a bailar entusiasmados.
Me gusta mucho la mezcla de público de distintas edades, nacionalidades y niveles sociales.
Llevé a ver el musical, y a cenar, a Mar Flores. La revista HOLA le ha dedicado la última portada. Mar iba acompañada por la empresaria inmobiliaria mejicana Jenifer Andreu.
Una noche invité a Eva Gregory y a Rafael Medina, Duque de Feria, que acaba de inaugurar, en Ibiza, la boutique MR.AB. Otra noche fui con Merel y Alok de Worldfamily, otra con la Princesa de Orleans Borbón, prima del Rey emérito Juan Carlos, y su hija Eulalia, ahijada de Don Juan Carlos. Y la última noche con Giovanna Cicutto, recién divorciada del famoso escultor Lorenzo Quinn.
Dos de las noches coincidí, en el Pereyra, con Ricardo Salinas y su esposa María Laura Medina, los propietarios mejicanos del super yate Lady Moura. Les gustó tanto que repitieron cena invitando a sus hijos y a muchos amigos.
Yo bailé mucho con Mar Flores y con los de la mesa del Lady Moura. Y se unió a bailar con nosotros la simpática ibicenca, de 76 años, Dolors Domenech. Y me dijo que era como recuperar sueños perdidos, porque de muy joven iba mucho a bailar, con su marido, al Pereyra.
Cuando uno de los actores habla de la fiesta Flower Power de Pacha, menciona a Ricardo Urgell, a Piti Urgell, que la creó en 1980, y a mí, que la he hecho famosa con veinticuatro años de la Flower Power VIP. Y nuestros nombres aparecen escritos en la gran pantalla de cine.
El pasado domingo día 7, Nacho Cano me pidió que desfilase, por la platea, seguido de muchas bailarinas y bailarines, como representante de la llamada Noche de Ibiza.
Mentre que la resta dels habitants de l'illa ens ocupem de preocupacions mundanes com pagar les factures, trobar feina o simplement arribar a final de mes, aquest senyor sembla viure en un univers paral·lel. La manca de representació dels veritables habitants de l'illa en el seu relat no és sorprenent, però sí que és profundament irritant. A ningú no li importa amb qui s'asseu al teatre ni quantes vegades ha aplaudit. Aquest tipus d'històries només subratllen la bretxa entre els privilegiats i els que enfrontem problemes reals i urgents. Potser, a la seva propera columna, ens podria sorprendre amb un toc d'empatia i rellevància. Però no continguem la respiració.