«Ibiza es especial. Es el primer concierto de la gira y eso lo hace aún más emocionante»

La artista catalana Vicco arranca su gira este sábado en Santa Eulària con motivo de las Festes de Maig. En su actuación en la Villa del Río este sábado a las 21.00 horas en la plaza del Ayuntamiento, presentará un nuevo espectáculo más electrónio y personal. Tras el fenómeno de Nochentera, Vicco reivindica su versatilidad artística con nuevos temas y una visión fresca sobre la música y las emociones.

—‘Bailar y llorar’ es el primer sencillo de este año, en el que habla de emociones opuestas. ¿Cree que cada vez llevamos mejor eso de estar tristes y contentos a la vez?

—Creo que sí, que está más normalizado. Hay más conciencia emocional y psicológica, y las redes sociales han ayudado a que la gente exprese cómo se siente, más allá de mostrar vidas perfectas. Personalmente, siempre he vivido las emociones muy intensamente, y no me ha costado nunca mostrar tristeza. De hecho, me gusta, me inspira. Bailar y llorar nace de una experiencia personal en la que descubrí que en medio de un duelo también puedes disfrutar, sin tapar lo que sientes. Esa dualidad de pasarlo bien mientras estás triste me parece muy valiosa.

—Después del éxito de ‘Nochentera’, ¿cómo se enfrenta al reto de sacar nuevas canciones sin quedarse atrapada en ese hit?

— Ha sido un proceso interesante. Nochentera me abrió muchísimas puertas, pero también puede eclipsar otras facetas. Hemos trabajado mucho para que el público esté abierto a descubrir más de mí. El disco Noctalgia fue la primera etapa. Ahora empieza una nueva etapa mucho más libre, con canciones sueltas que reflejan mi abanico artístico. Este año quiero lanzar cuatro o cinco temas que muestren quién soy más allá de ese gran éxito, aunque estoy muy agradecida a esa canción.

—‘Stic Paprika’ ha sorprendido por ser en catalán y por su estilo. ¿Qué le ha llevado a hacer algo tan diferente?

—Tenía muchas ganas desde hace años. Soy catalana y es mi lengua materna, pero nunca había compuesto en catalán. Me daba respeto. Este año, al ser más libre creativamente, me lancé. Entré al estudio sin una idea clara, pero con muchas ganas. Trabajé con Scotty DK y Bruno, de Mama Dousha, y de ahí salió una canción absurda y divertida, que habla de mí misma. El videoclip, la letra, todo gira en torno a cómo soy. Incluso la portada, un pimiento pegado a la pared, recrea la famosa obra del plátano de Maurizio Cattelan para cuestionar qué es arte. Es de mis favoritas de este año.

—Su música se mueve entre lo personal y lo generacional. ¿Se inspiras más en cosas que le pasan a usted o en lo que ve que pasa a su generación?

—Compongo sobre lo que me pasa a mí, pero lo expreso teniendo en cuenta cómo habla la gente joven, lo que está en tendencia, lo que se mueve visual y musicalmente. Me gusta mezclar lo personal con lo colectivo.

—Ha pasado de escribir para otros a ser usted quien dé la cara. ¿Qué ha descubierto en ese cambio de rol?

—Yo empecé muy joven, en 2014, con un disco como Victoria Riba. Luego me tomé un tiempo, estudié producción musical y nació Vicco, un proyecto independiente. Al mismo tiempo empecé a componer para otros, y eso fue muy enriquecedor. Me quitaba presión, me permitía probar cosas nuevas y entrar en la piel de otros artistas. He aprendido muchísimo y muchas de esas herramientas las uso ahora en mis propias canciones.

—También tiene formación musical desde pequeña. ¿Se apoyas en lo que aprendió o prefiere improvisar cuando crea?

—Estudié piano desde los nueve años y eso siempre me ha dado una base sólida, pero soy muy de improvisar y dejarme llevar por lo que siento. Hoy en día, cuando produzco, uso sonidos más electrónicos, sintes, pero el conocimiento musical me da libertad. Y sobre todo, credibilidad, especialmente siendo mujer. Es importante que se reconozca que sabemos de música y que podemos dirigir la producción de nuestras canciones.

—Este sábado va a tocar en Santa Eulària, ¿el lugar influye en cómo vive un concierto?

—Totalmente. Ibiza es especial. Es el primer concierto de la gira y eso lo hace aún más emocionante. El entorno, el verano, la energía... Todo influye. Además, esta gira es muy diferente: venimos de dos años con un show más pop ochentero y ahora damos un giro hacia algo más electrónico, con mucha inversión en visuales y luces. Va a ser como una fiesta rave, con toques urbanos también. Me hace mucha ilusión empezar aquí.

—Y cuando acaban los conciertos, ¿qué es lo primero que piensa o siente?

—Es como acabar el curso en el cole. Siento que he hecho el trabajo duro, porque girar implica muchas horas de carretera y estar lejos de casa. Pero tengo un equipo que es como una familia, así que también lo disfruto. Me da un poco de pena pensar que se termina, pero enseguida empiezo a pensar en lo que vendrá el próximo año.

—Por último, si pudiera elegir ahora el próximo paso en su carrera, sin límites, ¿cuál sería?

—Me encantaría empezar a trabajar en Latinoamérica, hacer conciertos allí y colaboraciones con artistas que admiro. También sueño con componer para Disney. Tengo muchas metas y voy poco a poco manifestándolas. Este año ya habrá sorpresas.