La primera vez que alguien ve en directo ‘We love Queen’, el espectáculo de la compañía Yllana en homenaje a la banda británica, suele quedarse con la boca abierta.
El espectáculo, que comenzará a las 22.00 horas y es gratuito, combina teatro, música en directo y una puesta en escena que convierte el espacio en una iglesia consagrada al rock. «Montamos una catedral con vidrieras, cruces eléctricas, humo, luces... Es un espectáculo pensado para hacer saltar al público, sea fan de Queen o no», cuenta Fernando, uno de los productores.
A pesar de la logística que implica mover esta producción a una isla, la compañía ha apostado por traer el mismo espectáculo que ha pasado por teatros como el Gran Vía de Madrid o el Coliseum de Barcelona. «No recortamos nada. El público de la isla merece ver el show en todo su esplendor. No va a haber diferencias con lo que ofrecemos en la península», asegura.
En el escenario estarán once artistas, empezando por Manuel Bartol y Enrique Sequero en las voces principales, la banda de rock y bailarines, más el equipo técnico y auxiliares que colaborarán en esta función. El repertorio incluye todos los grandes himnos de Queen, como ‘We Will Rock You’, ‘I Want to Break Free’, ‘Somebody to Love’, ‘Bohemian Rhapsody’, ‘Radio Gaga’...
Uno de los momentos más emotivos llega con ‘Mother Love’, la última canción que Freddie grabó antes de morir, y que nunca llegó a cantar en directo. «Cuando la interpretamos, se genera una energía muy especial. Es como si el público sintiera realmente su presencia», explica el productor. Otro instante memorable tiene lugar cuando uno de los cantantes aparece caracterizado como en el videoclip de ‘I Want to Break Free’, con peluca y aspiradora.
El espectáculo dura alrededor de una hora y 45 minutos, y no es solo un tributo, sino que tiene una narrativa propia. «El montaje parte de la idea de que hemos perdido la fe en muchas cosas, y aparece esta ‘catedral del rock’ que peregrina de ciudad en ciudad recuperando la ilusión a través de la música. Hay actores disfrazados de monjes que interactúan con el público y un momento en el que el espíritu de Freddie ‘posee’ a uno de los espectadores para volver a cantar», detalla Fernando.
Además. el vestuario incluye algunas de las prendas más icónicas de Mercury, como la chaqueta amarilla de Wembley o el pantalón blanco con la bandera española. «Hay mucho cuero, tachuelas, referencias visuales... Pero sin caer en lo caricaturesco. Se trata de rendir un homenaje», apunta.
Para el equipo, actuar en Ibiza tiene un valor especial. «Venir a la isla es un regalo. Para nosotros es un paraíso. A veces el público local no es consciente del esfuerzo que supone traer un espectáculo así hasta aquí, pero lo hacemos encantados. Es un lujo actuar en un lugar así y encima gratis para el público», confiesa.
Y si alguien aún duda si acercarse o no, la compañía manda un mensaje: «Este show lo han visto miles de personas. Aquí es gratuito, es en directo, y es una fiesta para todos los públicos. Da igual si tienes 10 o 70 años, te vas a emocionar, a reír, a cantar…».