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Planes familiares para disfrutar de Ibiza con niños este verano

| Ibiza |

Ibiza tiene una cara amable y sorprendente que pocos esperan cuando piensan en esta isla. Lejos de las fiestas interminables y el ambiente nocturno, hay un lado muy familiar que conquista desde el primer paseo por sus calas tranquilas hasta los mercadillos artesanales donde los niños descubren cosas nuevas a cada paso.

Si viajas con peques, en ibiza te esperan playas tranquilas, paisajes que parecen salidos de una postal y, sobre todo, muchas aventuras para crear recuerdos que nunca olvidarán.

Viajar con niños sin agobios: cómo ganar tranquilidad desde el principio

Cuando se organiza un viaje con niños pequeños, uno se convierte casi en un experto en prever lo imprevisible. Porque aunque lleves la mochila cargada con snacks, toallitas, protector solar y mil «por si acaso», siempre puede surgir un resfriado inoportuno, un pequeño accidente o incluso la pérdida de una maleta con todas sus cosas. Y eso, en pleno viaje, puede romper la armonía que tanto costó planear. Por eso es fundamental contar con un seguro de viaje que te respalde si algo se tuerce.

En ese sentido, Imaway es una opción muy recomendable porque ofrece coberturas prácticas y adaptadas a quienes viajan en familia, lo que facilita afrontar imprevistos habituales como enfermedades, accidentes menores o pérdidas de equipaje. No hace falta que te lo pienses mucho: si pasa algo, tendrás a alguien que te lo solucione rápido y sin complicaciones.

Las playas más tranquilas de Ibiza para familias que buscan calma

Cuando vas con peques, lo último que te apetece es una playa abarrotada. Ibiza tiene rincones perfectos para pasar el día sin que el reloj corra. Cala Llonga, por ejemplo, tiene arena suave, aguas que apenas cubren y un ambiente familiar que te hace sentir como en casa. Además, el acceso es fácil, y eso cuando llevas carrito o mil cosas encima, se agradece mucho.

Otra opción genial es la playa de Es Figueral, que también suele tener olas suaves y espacio para jugar a lo grande. Y si buscas algo más salvaje pero igual de cómodo, Cala Vadella es una apuesta segura: tiene un ambiente muy local, restaurantes a pie de playa y zonas donde montar una toalla sin pisotones alrededor. Pasar la mañana chapoteando, hacer castillos en la arena y luego comer pescado fresco mientras los niños dibujan en la servilleta… eso sí que es disfrutar Ibiza.

Mercadillos con magia: rincones donde los peques no se aburren nunca

Más allá de la playa, Ibiza tiene una energía especial en sus mercadillos. Y no, no hablamos solo de ropa boho y pulseras. Hablamos de lugares llenos de vida, colores, olores y cosas que a los peques les llaman la atención desde el primer momento. El mercadillo de Las Dalias es perfecto para un paseo tranquilo entre puestos de artesanía, música en directo y alguna actuación improvisada que les deja con la boca abierta. Lo bonito es que aquí no hace falta comprar nada para pasarlo bien. Todo es tan distinto que parece un juego.

También está el mercadillo de Punta Arabí, con una zona pensada para niños y talleres donde pueden pintar, hacer manualidades o simplemente corretear un rato mientras tú te tomas un zumo fresco. Y si tienes suerte, hasta os encontráis con algún cuentacuentos o espectáculo de títeres. Estos planes no suelen aparecer en las guías típicas, pero son los que hacen que el viaje se quede grabado en la memoria.

Paseos por la naturaleza que también disfrutan los más pequeños

Ibiza también es campo, caminos con sombra, pinares y rutas que se pueden hacer sin ser senderistas expertos. Una de las más agradables para ir en familia es el paseo que une Santa Eulalia con el río, el único de las Islas Baleares. Es una ruta muy fácil, plana, con carteles que explican la flora y la fauna, y con rincones donde parar a descansar. Los niños se entretienen buscando ranas, piedras curiosas o bichitos que no han visto nunca.

También se puede caminar por los alrededores de San Carlos o explorar el interior de la isla cerca de Santa Gertrudis, un pueblito encantador donde siempre hay algún gato paseando y alguna bici apoyada en la pared de una casa blanca. Ir sin prisa, respirar aire limpio y acabar tomando un helado en una plaza donde los niños corretean... ese tipo de momentos hacen que el viaje valga la pena.

Excursiones en barco que convierten un día cualquiera en una aventura

Montarse en un barco siempre tiene algo de emocionante, y en Ibiza hay varias opciones pensadas para familias. Desde paseos cortitos para ver la puesta de sol hasta excursiones que incluyen paradas para nadar en calas escondidas o ver los peces desde el fondo del barco. Una de las más chulas para ir con peques es la que parte desde San Antonio y da la vuelta por la costa oeste.

Algunos barcos tienen fondo de cristal, lo que les alucina, mientras que otros ofrecen paradas en alta mar para hacer actividades como snorkel o paddle surf, y en ambos casos suelen ofrecer fruta o refrescos durante el trayecto. Se quedan pegados a la ventana viendo los peces, preguntando cosas o simplemente disfrutando del vaivén del mar. Y tú puedes relajarte un rato, cámara en mano, mientras el sol va cayendo poco a poco. Este tipo de experiencias se recuerdan durante años.

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