«Hoy son las estrellas». Esa frase resumió el espíritu con el que Amadiba celebró este miércoles el festival de clausura de sus escuelas de verano en Ibiza. Un broche final a unas semanas que, para muchas familias, son sinónimo de conciliación, descanso y derechos.
El evento, que este año coincidía con el 30 aniversario de la entidad balear —implantada en la isla desde 2017—, reunió a decenas de familias, voluntarios y profesionales. Y, sobre todo, a los 93 niños, adolescentes y adultos que han participado en las actividades estivales. No todos actuaron, algunos prefirieron quedarse entre el público ovacionando a sus compañeros.
Los participantes, vestidos para la ocasión, con trajes pensados para cada actuación, fueron desfilando sobre el escenario para interpretar canciones tan populares como ‘Como los gorilas’ de Melody o ‘No rompas más mi pobre corazón’ de Coyote Dax, que desataron palmas y hasta algún que otro coro improvisado entre el público.
La complicidad de los presentadores, dicharacheros y con una energía contagiosa, fue otro de los ingredientes de la tarde. El ambiente festivo se completó con puestos de palomitas y limonada que daban sabor a la velada.
«Lo fundamental es que los chicos disfruten, que tengan su derecho al ocio como cualquier otra persona. Y, al mismo tiempo, que las familias puedan conciliar en una época como el verano», explicaba Marian, responsable de comunicación de Amadiba.
Las escuelas de verano se convierten en un sostén vital. No solo para garantizar que la rutina —lavarse las manos, recoger la toalla, respetar turnos— no se pierda durante tres meses de vacaciones, sino para ofrecer respiro a quienes acompañan cada día a sus hijos con discapacidad o autismo.
Los decorados fueron creados por los propios participantes. Pintar, recortar o pegar no son solo manualidades, sino también un trabajo de motricidad, concentración y cooperación. «Es un proceso en el que ellos ensayan, se preparan y se ilusionan», recordaba Marian, «y además es un día que esperan desde que empieza el verano».
Padres y madres que durante años han lidiado con la mirada ajena rompieron a aplaudir cuando vieron a sus hijos subirse al escenario. «Aquí nadie juzga», insistían.
Tres décadas de recorrido
Fundada en Mallorca en 1995 por un grupo de madres que reclamaban servicios inexistentes, Amadiba ha pasado de ser vista como un «lujo» a convertirse en un referente. Hoy gestiona viviendas, centros de día, programas de respiro y colegios de educación especial en las islas. En Ibiza, la apertura en 2017 fue un punto de inflexión. Hasta entonces, algunos jóvenes con conductas complejas eran derivados a Mallorca, lejos de sus familias.
El presente es más estable y los servicios concertados garantizan continuidad tanto a usuarios como a profesionales.