Será la «segunda o tercera» vez, según recuerda su cantante, que Shinova actúa en Ibiza y lo hará este próximo jueves dentro de los ‘Dorado Live Shows’ en el escenario del Venice Bay. El concierto de esta banda liderada por Gabriel de la Rosa (Santa Cruz de Tenerife, 1983) cerrará este año el exitoso ciclo de música en directo.
—Han actuado ya en la isla con anterioridad.
—Si no recuerdo mal, por lo menos dos veces y siempre hemos tenido una acogida espectacular. Es una tierra increíble y siempre es muy bonito y especial viajar a Ibiza. Hay muchos puntos de la isla que me recuerdan a mi tierra natal, Santa Cruz de Tenerife, aunque llevo muchos años viviendo en Euskadi. La tierra tira y, cuando voy a Ibiza o a las otras islas, percibo muchas similitudes.
—En su web aseguran que se encuentran en su momento más «uminoso y maduro».
—¿Habíamos dicho maduro?. Luminoso sí, pero lo de la madurez ya es más relativo. Bromas aparte, estamos en muy buen momento, con una gira muy larga en la que estamos aprendiendo mucho, con momentos buenos y otros no tanto, pero de todos sacamos un aprendizaje. Seguimos dando a conocer ‘El presente’, ya en la recta final porque acabamos el 27 de diciembre en Madrid, y todo está siendo muy potente e intenso, aunque lo más importante es el aprendizaje que nos llevamos.
—Su último trabajo se llama ‘El presente’ y, sin duda, este momento actual es complicado.
—Están siendo tiempos muy extraños, oscuros y que duelen, y cuando uno se asoma a las redes y ve lo que sucede, todos sentimos un dolor que es humano y una tristeza inmensa por los tiempos actuales. Esperemos que dure poco y se pueda ser más positivo, pero realmente son tiempos duros.
—Evitar acomodarse es uno de sus objetivos, según comentan también.
—Es algo que nos puede suceder, pero es un error. En nuestro caso, siempre hemos intentado ir más allá y quedarnos donde nos encontramos un poco más incómodos, aunque no sé si esa es la palabra más acertada. Queremos experimentar y que cada disco tenga su personalidad, que sea un avance, aunque sigamos siendo nosotros. Nos gusta jugar a hacer canciones y eso es lo principal, lo que nunca debemos perder, y recordar los motivos por los cuales empezamos a hacer esto, que es muy pasional, aunque tiene esa parte de juego que no se debe perder. No hay que pensar más en los números que en lo artístico, por lo que nos gusta disfrutar y avanzar y sentir que estamos creciendo en ese sentido.
—¿Por qué empezó Shinova?
—Por la necesidad de hacer canciones. Todos comenzamos muy jóvenes. Yo debía tener unos 13 años y era por esa razón, por el propio disfrute de hacer canciones y sentir esa energía.
—Todos esos cambios que van introduciendo en cada trabajo, ¿son bien aceptados por el público que les sigue?
—Por ahora, cada disco ha sido un crecimiento grande, pero también muy coherente con la carrera que llevamos, que nunca ha sido de un único ‘hit’. Ha sido algo muy progresivo, de mucho trabajo y de picar mucha piedra, pero al final hemos logrado algo muy natural y siento orgullo de cómo es nuestra carrera. Al menos, notamos una solidez que hemos construido a lo largo de los años. El público lo nota y también va creciendo progresivamente con nosotros y eso está muy bien. Comenzamos hace no tanto en salas con 20 personas como mucho y ahora, en esas mismas ciudades, reunimos a más de 2.000, pero ha sido algo muy natural y eso es bueno en muchos sentidos.
—Se puede hablar entonces de una evolución musical en su carrera.
—Por supuesto, o al menos eso queremos creer. También lo notamos en los directos y, cuando preparamos los repertorios para los conciertos, debemos adaptar las canciones más antiguas para que sean coherentes con las que hemos presentado después.
—¿Qué le diría a su público en Ibiza de cara al concierto del jueves?
—Que venga, que va a ser una noche bonita de rock e intensidad y de mucha emoción. Nos gusta la música electrónica también, y muchos de sus elementos los incluimos en nuestras canciones, así que haremos un concierto de rock y después, a escuchar música electrónica que la hay muy buena en la isla.