Los participantes en el Festival Folklórico Mare Nostrum llegaron a Ibiza el pasado viernes conscientes de que iban a disfrutar en la isla de unos días intensos y divertidos. Procedentes este año de Canarias, Portugal, Murcia y Mallorca, los diferentes grupos actuaron ayer en el Parque Reina Sofía de Vila, municipio anfitrión en esta edición que acogió la gran gala del festival.
Los músicos y bailarines exprimieron desde primera hora la jornada, puesto que a las nueve se disponían ya a recorrer toda la zona de Dalt Vila en una visita dirigida por los guías del centro Madina Yabisa. Durante la comida fueron protagonistas de una recepción ofrecida por el Consell en un restaurante de Sant Rafel.
Tras poder descansar un poco, por la tarde los grupos regresaron a Vila desde el hotel de Sant Antoni en el que se hospedan para realizar su exhibición. Un pequeño desfile desde Vara de Rey hasta el Reina Sofía sirvió de reclamo a decenas de personas que se acercaron después al parque para disfrutar del mejor folklore. Invitados por 'colles' de Ibiza con las que han realizado intercambios, estas agrupaciones cantaron y bailaron desde jotas a tradicionales piezas del folklore canario, pasando también por las danzas portuguesas más conocidas, recuperadas y conservadas por la formación Rancho Folklórico S.
Tiago de Silvade, todo un referente en la cultura de su país con casi 50 años de historia. La agrupación Brisa de Portmany fue la encargada de cerrar el evento. El festival está organizado por la Federació de Colles de Ball i Cultura Popular d´LEivissa y hoy continuará en diferentes puntos de la isla cuando las diferentes formaciones compartan actuación con las 'colles' que en su día les invitaron.