La tercera edición de la Fira de Sa Matança se celebró este sábado al mediodía en Sant Llorenç, consolidándose como una cita popular ya asentada en el calendario festivo del municipio. Una vez más, el entorno de la iglesia del pueblo se ha convertido en el epicentro de la actividad, con varios puestos reunidos para elaborar y ofrecer al público distintas recetas tradicionales vinculadas a la matanza del cerdo, una de las prácticas más arraigadas en la cultura gastronómica y social de Ibiza.
Desde primera hora, el aroma de los fogones ha marcado el ambiente de la feria, en la que no han faltado platos tan representativos como la frita, el arroz de matanzas o las cocas con sobrassada y botifarró, preparados al momento por los participantes. La propuesta ha vuelto a combinar gastronomía, tradición y convivencia vecinal, atrayendo a numerosos asistentes que se han acercado para degustar los platos y compartir una jornada festiva.
Entre los 10 participantes de esta tercera edición se encontraba Pepe Beya, uno de los habituales de la feria y miembro del Club Social Sant Llorenç, entidad organizadora del evento. En esta ocasión, Beya se encontraba preparando un arroz de matanzas, una novedad en su participación, y no dudó en compartir uno de los secretos de su receta: «el azafrán payés». Tal como explicó, «he participado todos los años, pero este es el primero que hago arroz. Los otros años llegué a hacer hasta 60 kilos de frita que a las cuatro de la tarde ya se había terminado», un dato que da cuenta del éxito de la feria y de la buena acogida del público en ediciones anteriores.
La Fira de Sa Matança no se limita únicamente al aspecto gastronómico. Como es habitual, la jornada estuvo acompañada de música y baile tradicional, reforzando el carácter cultural y festivo del encuentro y subrayando su vinculación con las costumbres populares de la isla. A esta vertiente más tradicional se ha sumado también una propuesta musical diferente, con la actuación del grupo Groove Garaje, que ha aportado un toque de rock al programa y ha contribuido a animar el ambiente hasta el final de la jornada.
La combinación de cocina popular, música en directo y participación vecinal volvió a ser uno de los puntos fuertes de la feria, que en su tercera edición ha reafirmado su capacidad de convocatoria y su función como espacio de encuentro intergeneracional. La presencia de vecinos y visitantes alrededor de los fogones, compartiendo platos y conversación, ha reforzado el espíritu comunitario que caracteriza este tipo de celebraciones.
Con esta nueva edición, la Fira de Sa Matança de Sant Llorenç confirma su vocación de continuidad y su papel en la preservación y difusión de una tradición profundamente ligada a la historia rural y gastronómica de Ibiza, adaptándola al formato festivo y abierto que demanda el público actual sin perder su esencia.