Jaume Ferrer lleva ocho años gobernando el Consell de Formentera y quiere seguir otros cuatro más. Ferrer, que espera afianzar sus políticas en la isla, vuelve a encabezar la candidatura progresista de Gent per Formentera. Ferrer lamenta la falta de sintonía que ha habido esta legislatura con el Govern de José Ramón Bauzá. El actual presidente de Formentera confía en su equipo para seguir gobernando la isla.
—Lleva ocho años, dos legislaturas, al frente del Consell Insular de Formentera y en las elecciones del próximo domingo encabeza de nuevo la lista de Gent per Formentera. ¿La política engancha?
—En mi pequeña experiencia yo puedo argumentar que se trata de voluntad y de ganas para trabajar por nuestra isla. El partido ha vuelto a depositar su confianza en mí, primero como secretario general y ahora como candidato. Soy consciente de que todo tiene fecha de caducidad, pero aquí estamos para llevar adelante una nueva legislatura si los ciudadanos nos apoyan en las urnas el próximo domingo día 24 de mayo.
—GxF se presenta con una lista en la que destacan muchas caras nuevas...
—Así es. Repetimos Bartomeu Escandell, Sonia Cardona, Alejandra Ferrer, Silvia Tur y yo he incorporamos gente nueva muy bien preparada. Hemos presentado una lista como para llegar a una mayoría absoluta, algo difícil de conseguir ya que si recordamos solo ha habido dos en Formentera desde que se restituyó la democracia. Lo que nos propusimos desde el partido es contar con un equipo de trabajo potente, comprometido e ilusionado, la mayoría de ellos con experiencia en la función pública. Todos están listos para asumir la función que les toque de acuerdo a su formación académica. Creo que es un gran equipo para avanzar en Formentera.
—Según expresó en el acto de presentación de su candidatura, el programa electoral ha sido elaborado a partir de las reuniones celebradas con diferentes sectores sociales de la isla...
—Sí. Gent per Formentera ha basado la redacción de su programa en las aportaciones de diferentes colectivos ciudadanos. A finales de diciembre comenzamos con una serie de reuniones, con diferentes grupos de trabajo en los que han participado unas 80 personas y, a partir de las opiniones y las conclusiones que recabamos, hemos elaborado un programa extenso que presenta soluciones a las cuestiones planteadas.
—También en dicho encuentro con afiliados y simpatizantes, usted y sus compañeros de lista destacaron que la voz de Formentera sea respetada en el Govern balear. ¿Cómo ha sido, en esta legislatura que ya ha finalizado, la relación mantenida con el equipo de gobierno autonómico encabezado por José Ramón Bauzá?
—Podría haber diferentes opiniones desde las distintas Consellerías, pero en general no ha sido buena ya que hubo un maltrato desde el primer momento hacia el Consell Insular de Formentera. El primer golpe que nos dieron fue la cancelación del convenio para construir un complejo deportivo en un terreno ubicado detrás del campo municipal de fútbol. Desde ahí surge un devenir de cuestiones que culmina con la escasa dotación prevista para el traspaso de competencias en materia de promoción turística para la isla y que ha constituido el mayor ridículo que puede hacer una administración. Un acto de desprecio hacia Formentera y que demuestra poca voluntad de diálogo. Nosotros abogamos por decidir lo que queremos hacer desde la isla.
—¿Qué puntos destacaría del programa electoral de Gent per Formentera?
—Vale decir que hemos hecho muchas cosas en estos años, pero también quedan muchas por hacer. Algunas ya se han comenzado, como la reactivación del campo con la creación de una cooperativa y un banco de tierras, que no solo dará producción agrícola, sino que también mejorará el paisaje de la isla, un elemento fundamental como reclamo turístico. En este sentido, nuestra idea es reactivar la línea de subvenciones para reconstruir paredes de piedra seca, pozos y aljibes, así como continuar con el soterramiento de líneas aéreas. Asimismo, y por el mandato que nos ha dado el Consell de Entitats de la isla, hay que seguir trabajando para regular la entrada de vehículos en la isla durante la temporada alta, a través de una ley que sea aprobada por el Parlament Balear. No podemos crecer más, hemos tocado techo y lo que queremos es que la gente cuando visita Formentera se sienta libre y tranquila.